Irlanda, la isla verde, en el extremo occidental de Europa ha sido hasta ahora un destino poco frecuentado más allá de los cursos de idioma de nuestra infancia. Hoy, tras la progresiva superación de los problemas que la atenazaban, Irlanda e Irlanda del Norte son cada vez más destinos de viajeros y turistas.
Tanto la parte irlandesa como la británica ofrecen una cultura entrañable, donde una idea de la tradición ha pasado de la leyenda a la realidad. Un mito lleno de musicalidad y sabores que hoy se pueden degustar en paz. La verdura de su paisaje, mucho más diverso de lo que podríamos pensar, los restos históricos del pasado, el arte de sus museos y de sus pubs, la música de sus grandes bandas y de sus grupos de aficionados, la fauna que usa la isla de refugio en sus viajes norte – sur o su gastronomía desconocida siempre regada con cerveza o whiskey, son sólo algunos de sus atractivos.
Qué ver en Irlanda.
Los acantilados Moher, los parques nacionales de Connemara, Buren, el Valle del Boyne, los monasterios de Glendalough, la ciudad vieja de Dublín, Cork, la escalinata de los Gigantes o Belfast, son algunos de los sitios más recomendables. Pero Irlanda como todo destino que se precie es una incógnita. No se sabe que encontraremos o que descubriremos, a donde nos llevará el camino. Y todo con la ayuda y la tradicional simpatía de los irlandeses, quizá el mayor atractivo del país.
Irlanda es un paraíso para el deporte, para los golfistas, amantes de la pesca deportiva e incluso del surf o el kite surf. Esto para los practicantes, para los que sólo desean el espectáculo del deporte, les recomendamos un partido de rugby del Seis Naciones en el Dublín Arena o descubrir los deportes “gaélicos” en cualquier esquina del país.
Irlanda ofrece conexiones fáciles desde toda Europa lo que permiten un viaje corto de fin de semana o de una semana sin problemas y a coste bajo.
Para más información entren en nuestra guía blog de Irlanda. Come in to Ireland!!