Un paseo por la isla de Ons dentro del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia

Ruta de senderismo por la isla de Ons

En la travesía por el Atlántico rumbo a la isla de Ons recuerdo aquel primer viaje por el Parque Nacional de las islas Atlánticas de Galicia en una antigua goleta, cuando nos creímos exploradores por unos días extraordinarios. En esta ocasión zarpamos del puerto de Sanxenxo, no del de O Grove, y el viaje será distinto, nos quedaremos por una jornada entera en la isla de Ons, uno de esos días eternos y luminosos de verano en los que el tiempo se alarga. Lo que también me hace pensar en aquel grupo de amigos que vive un emocionante verano en la isla de Ons, en ese libro de Carlos Meixide que lleva el nombre de la isla.

Por la mañana temprano, desde que salimos de casa, con el día que acaba de despuntar, ya sentimos esa ilusión del viaje, la impresión de tener todo el día por delante como una página en blanco, todavía sin escribir, que iremos redactando sin prisa, a medida que vayamos viviéndolo. Una sensación que se alarga durante el trayecto en coche hasta la costa, conversaciones entusiasmadas sobre preparativos, travesías por mar, rutas posibles en Ons. Me gustan esos momentos previos de emoción en los que, sin ser del todo conscientes, ya ha empezado el viaje.

Como gentes de interior que somos mis amigos y yo, nuestras incursiones por la costa gallega – sean las Rías Baixas, las Rías Altas o A Costa da Morte – son siempre festivas. A todos nos gusta por igual el mar, y no nos importa recorrer muchos kilómetros para llegar hasta él. Siempre vale la pena, siempre es un auténtico viaje para nosotros del que volvemos felices por haber disfrutado una vez más de esa inmensidad azul, las cámaras y el espíritu cargados de fotografías. 

Zarpamos del puerto de Sanxenxo 

Embarcando en Sanxenxo hacia Ons

En el puerto de Sanxenxo se reúnen numerosos pasajeros que embarcarán con nosotros en breves momentos. Se respira la emoción de montar en un barco que nos llevará a una de las islas más bellas de Galicia. El trayecto no es muy largo, pero el solo hecho de ir en barco es en sí una aventura. Nos repartimos entre los asientos del interior y los de cubierta. Desde estos últimos las vistas panorámicas son mejores, aunque el riesgo de marearse en mayor. Durante el recorrido que va de puerto de Sanxenxo a la isla de Ons disfrutamos de un punto de vista privilegiado de la ría de Pontevedra.

Conocemos bien esta ría desde la costa pues todos los veranos pasamos por algunas de las playas de las Rías Baixas, y en la ría de Pontevedra la playa de Areas y la de Montalvo nos son familiares. Es un placer disfrutar de estas playas de arena blanca y fina, de aguas frías transparentes, con una riqueza espléndida en sus profundidades – ideal para los amantes del buceo o del esnorquel -. Recordamos ahora días luminosos de verano en los que pasábamos horas en estas playas desde las que mirábamos a la isla Ons. Hoy la perspectiva es diferente, miramos desde el mar a estas playas. Ahí se quedan los bañistas disfrutando del sol y de un buen baño, quizás deseando embarcarse a la isla hacia la que nos dirigimos.

En el barco hacia la isla de Ons que se divisa al fondo

Disfrutamos de la brisa del mar sentados o moviéndonos de un lado a otro para no perdernos ningún rincón, mientras poco a poco se va dibujando Ons, cada vez más de cerca y jugamos a adivinar dónde está la Punta do Centolo, dónde el Buraco do Inferno, aunque este se esconde en la zona sur que no vemos desde el barco. Lo que sí divisamos claramente es la ruta que lleva al faro de Ons, uno de los lugares a los que nos gustaría llegar.

En el Parque Nacional de las Islas Atánticas de Galicia

Estamos llegando a una de las islas que forman parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, junto con las islas Cíes, el archipiélago de Sálvora y el archipiélago de Cortegada. Son un auténtico tesoro natural que alberga más de 200 especies marinas y un gran bosque de laurel en tierra. Pero también un tesoro cultural formado por ermitas, castros, cruceros y pecios, además de un interesante patrimonio inmaterial formado por leyendas, cancioneros, medicina popular y pesca artesanal. 

Avistando el faro de Ons desde el barco

El Medio marino del Parque Nacional de las Illas Atlánticas ocupa la mayor parte de la superficie, y presenta una gran diversidad de fondos marinos de gran valor ecológico. Lo que resulta muy atractivo para hacer submarinismo que vienen al parque a descubrir los espectaculares paisajes sumergidos de gran riqueza en flora y fauna. Aunque el Medio terrestre del Parque representa solamente el 14% del territorio, recibe todos los años numerosos visitantes que vienen a descubrir el patrimonio natural y cultural de las islas. 

La isla de Ons es la segunda isla más grande del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, pertenece al municipio de Bueu y se encuentra en la entrada de la ría de Pontevedra. Fue propiedad de la iglesia hasta el siglo XVI, momento en que es donada a una familia noble, los Montenegro. En el siglo XIX pasa a manos del marquesado de Valladares, quien se la vende al burgués Manuel Riobó en 1929. Tras la Guerra Civil española es expropiada por el gobierno y en 1982 pasa a manos del gobierno regional de Galicia. Los habitantes de la isla no son propietarios de sus tierras. 

Mucho que ver en la isla de Ons

En el muelle de la isla de Ons. Al fondo el barrio de O Curro

El barco atraca suavemente en el pequeño puerto de Ons, desde donde contemplamos el pequeño núcleo urbano que se extiende cuesta arriba. En realidad son muy pocos los moradores de la isla de Ons, solo aproximadamente 80 personas que permanecen durante todo el año, espectadores privilegiados de las bellas pero temibles tempestades de invierno. El resto de la gente son visitantes que, como nosotros, vienen a pasar la jornada o se quedan en el camping de Ons. 

La aldea de O Curro con sus restaurantes panorámicos donde se puede comer un pescado delicioso, las casas de marineros y la pequeña capilla, es una de las primeras cosas que se pueden ver en la isla de Ons, ya que desde el puerto se pasa obligatoriamente por el pueblo para hacer alguna de las rutas señalizadas que hay por la isla. Después está el faro, claro, que todavía ilumina los barcos que llegan a las Rías de Pontevedra y de Arousa par que lleguen a buen puerto. 

Pero la principal atracción de la isla de Ons es su naturaleza. Si venimos aquí es para recorrer los numerosos senderos que cruzan una costa granítica de espectaculares acantilados, para ver y disfrutar esas playas que, como sus vecinas del continente, y como las de las islas Cíes y Sálvora, poseen una arena blanquísima que refleja el resplandor de este día de verano desde el primer momento. Y unas aguas azules turquesa que recuerdan a algunas que conocemos en A Costa da Morte. Y también venimos para llegar al célebreBurato do Inferno (“Agujero del Infierno”), que asociamos a historias terribles que leímos o imaginamos, pero que nos atrae poderosamente. 

La riqueza natural de la isla de Ons. Playa do Canexol

Si venimos a Ons es también para sentir esta insularidad, esta sensación de estar aislados aún muy cerca de tierra, de saber que solo nos rodea el Atlántico por todas partes y que una tempestad podría dejarnos aquí durante días, viviendo aventuras como las que vivieron los viejos exploradores que llegaban a islas lejanas. 

Aunque podamos caer con la imaginación en una visión novelada de la isla de Ons, algo de verdad hay en estas palabras. Tras esta jornada me temo que algunos de nosotros nos podríamos quedar en la isla de Ons unos días, recorriendo todas sus rutas, descubriendo nuevos rincones, bañándonos en sus playas más alejadas, más salvajes, subiéndonos a los miradores de Ons para contemplar las panorámicas más bellas de este pedacito de Galicia. O simplemente para disfrutar de buenos ratos en las terrazas de los restaurantes, degustando marisco y pescado acompañado de vino Albariño, las delicias gastronómicas de Galicia. Las posibilidades se multiplican en nuestros pensamientos.

Rutas de Ons

Ruta Sur, 6,2 kilómetros. Del Curro a la Ensenada de Caniveliñas

Comenzando la ruta de senderismo paralelos al mar

En el panel informativo que hay a la entrada del puerto miramos el mapa de las diferentes rutas que hay en Ons, señalizadas con números y colores. Comenzaremos por la Ruta Sur de color verde, una ruta circular que recorre 6,2 kilómetros, cuyos puntos de interés son: el núcleo de Curro, las Playas de Area dos Cans y Canexol, el Mirador de Fedorentos, el Buraco do Inverno y la Ensenada de Caniveliñas. Nos dirigimos por una corta pero fuerte pendiente que atraviesa O Curro, el núcleo urbano de Ons, contentos porque empezamos a explorar la isla. Hasta llegar al cruce donde confluyen todas las rutas de Ons, que está a pocos metros de la iglesia. La senda de roderas de cemento es la nuestra: se dirige al sur y corre paralela a las playas.

Los niños corren felices de primeros, abriéndonos paso. Marta, entusiasmada nos cuenta sus recientes aventuras en el camping de la isla, esas experiencias que marcan la segunda infancia, cuando se viven las primeras libertades, emociones compartidas con niños de edades parecidas. Recuerdos que permanecerán en su memoria durante mucho tiempo. Por lo de pronto, ya tenemos una guía que nos detalla cada lugar, sin necesidad de que tengamos que acudir a ningún folleto o información por internet. Qué mejor que su mirada exaltada para ver la isla con ilusión infantil, de primeros descubrimientos.

Casas marineras de la isla de Ons

Las playas nos gustan desde el primer momento: la primera, la playa de Area dos Cans, con sus bonitos grupos de rocas entre las que se haya “o Laxe do Crego”, sobre la que hay un sarcófago antropomórfico del medievo, objeto de varias leyendas a lo largo del tiempo. Después está la playa de Canexol que destaca por su sistema dunar, que todavía es frágil pero está en proceso de recuperación. 

Las playas de Ons nos tientan con sus aguas azules para que nos demos un baño. Lo cierto es que hace calor y ya apetece meterse en esas aguas, y eso que si están tan frías como las de las islas Cíes…aunque no lo parece, porque la gente se baña sin temblar. Pero seguimos adelante porque también queremos hacer esta ruta que recorre el sur de la isla de Ons. Así que contemplamos las playas de arena blanca desde la altura del sendero, escuchamos el sonido rítmico de las olas que nos recuerda que estamos en un pequeño paraíso. 

En el camino, en el barrio de Canexol, hay casas marineras, con las redes tendidas, aparejos que no conocemos colocados al sol, casas de granito blanquísima, y otras de color como muchas casas marineras cuyos dueños querían reconocer desde el mar. Frente a la playa de Canexol se conserva la antigua casa rectoral y sus hórreos tradicionales, así como el cementerio y la vieja iglesia. 

Felices en nuestra ruta de senderismo. La ría de Pontevedra al fondo

El día continúa espléndido, aunque sin un calor sofocante, ideal para hacer esta ruta de senderismo. A lo largo de 20 minutos de un paseo agradable y relajado, tras dejar el barrio de Canexol, llegamos al barrio de Pereiró donde se encuentran los campamentos de verano de la Xunta de Galicia, donde disfrutan todos los años niños de toda la región, como Marta nuestra pequeña guía.

Casi estamos llegando al Mirador de Fedorentos, que se ve a lo lejos desde el punto en el que estamos. Tenemos vistas a uno y otro lado de la isla. La vegetación de retama (toxo en gallego) ahora no destaca como seguro que lo hace en primavera, cubriendo con un manto amarillo la orografía de Ons. Antes de seguir hacer el Mirador de Fedorentos, que está al este de la isla, haremos antes un alto en el camino para comer en una sombra. Lo ideal si se va en plan senderismo, es comer de campo y disfrutar de la naturaleza de Ons. Aunque también hay gente que opta por comer en algún restaurante del núcleo urbano de O Curro y después hacer una ruta. Pero si se va un solo día, quizás es mejor ahorrar tiempo y hacer una pausa-bocadillo. 

El Mirador de Fedorentos. La isla de Onza

El Mirador de Fedorentos. Panorámicas de la isla de Onza y las islas Cíes

Atravesando la espesa vegetación de matorral y de pino, tras 45 minutos de ruta desde el embarcadero de Ons, llegamos a uno de los lugares más bellos de la Ruta del Sur: el Mirador de Fedorentos. Siempre me gustaron los lugares altos desde los que poder contemplar el paisaje, que es todavía más impresionante por la altura. En el Mirador de Fedorentos nos sentimos pequeños y la belleza del paisaje que nos rodea es sublime. La panorámica es espectacular: el Atlántico resplandeciente que parece que se oye allá abajo, y en primer plano la isla de Onza, que se encuentra a unos 600 metros al sur de la isla de Ons, formando con ella un archipiélago de dos islas. Onza también forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. Su orografía es idéntica a la de Ons, con costas escarpadas y pequeñas playas de arena blanca, aunque al contrario de la isla más grande, Onza apenas tiene árboles.

Sería estupendo poder ir a la isla de Onza, pero desde el Mirador de Fedorentos se muestra inexpugnable con esos altísimos acantilados. Tan solo tienen el privilegio de llegar a ella ciertas aves marinas que tienen allí sus nidos. Aunque en otros tiempos tenía un uso militar del que hoy resta una barraca.

La isla de Onza al fondo

Detrás se dibujan las islas Cíes, otras de las protagonistas del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, y a las que esperamos regresar muy pronto. Y la Costa da Vela, donde está Cangas, y la ría de Aldán. Recordemos que la costa de Galicia es muy recortada por las rías que se adentran en la tierra construyendo una orografía muy particular.

Y girando 360º en el Mirador de Fedorentos, vemos la Ría de Pontevedra allá a lo lejos y la costa donde está Sanxenxo y Portonovo bordeada por sus playas. Y en primer plano, un pedazo de la isla de Ons, el embarcadero y las playas que están en el otro extremo.

Si miramos hacia el lado opuesto, impresiona inclinarnos hacia abajo desde el mirador los impresionantes acantilados y la pequeña cala de Fedorentos con su blanco luminoso, solitaria, inalcanzable.

O Buraco do Inferno

«O Buraco do Inferno»

Dejamos el Mirador de Fedorentos para seguir nuestra ruta hacia otro de los puntos de visita obligada de la isla de Ons: O Buraco do Inferno. El camino es de arbustos bajos, de tojos y brezo, ahora un poco quemados por el sol. En otra época del año, primavera y otoño, el violeta del brezo teñirá de color la vegetación de Ons. 

Llegamos a O Buraco do Inferno – desde el punto de partida será 1h30 aproximadamente, dependiendo de las paradas -. Buraco o Burato es una palabra gallega que se traduce como “agujero”. Unas vallas de madera rodean este “Agujero del Infierno”, miramos hacia abajo y comprendemos el porqué de su nombre. Da la impresión de que llega a las profundidades de la tierra, aunque en realidad esta curiosísma formación geológica se comunica con el mar a 45 metros de profundidad. El Buraco do Inferno es una sima creada por la fuerza del Atlántico, que tuvo que batir sin descanso para lograr horadar la roca. Mirando hacia abajo recordamos alguno de los episodios del libro de “Ons” de Carlos Meixide, que tenía lugar en este escenario una noche tenebrosa.

Vistas panorámicas de las islas Cíes y Onza desde «O Buraco do Inferno»

Hay leyendas y supersticiones en la isla de Ons en torno a O Buraco do Inferno que cuentan que comunica con el mundo de los muertos. Hasta se dice que en los días de temporal se oyen los gemidos de las almas que vagan entre los dos mundos. Estos sonidos podría explicarse por el ruido ronco provocado por el batir del mar en su interior cuando hay temporal. Además, al parecer también hay pájaros, los araos, que anidan en su interior, y los sonidos que emiten y el eco pueden hacer pensar que es otra cosa. Una cruz de piedra recuerda al guardamarina que resbaló y se cayó dentro de O Buraco do Inferno.

Los visitantes son más numerosos en este punto de la isla de Ons, todos rodean el Buraco do Inferno o se adelantan hasta una cruz de piedra para contemplar los acantilados desde allí y las vistas panorámicas magníficas del Atlántico. Es un buen lugar para tomarse un tiempo, comer y  disfrutar de las fotografías increíbles de este rincón de la costa gallega, así como de la isla de Onza y las islas Cíes. También se puede llegar al Buraco do Inferno en barco, y hay muchos buceadores que exploran este rincón de la isla de Ons. Al parecer, los fondos marinos son espectaculares.

La Ensenada de Caniveliñas. Final de la Ruta del Sur

Vistas espectaculares de la isla por la Ensenada de Caniveliñas

Dejamos el Buraco do Inferno atrás y sus roncos sonidos. El camino principal nos lleva bordeando la costa occidental de la isla de Ons hasta alzcanzar la ensenada de Caniveliñas. La pendiente de la bajada es bastante fuerte y las vistas del Atlántico y de la isla son espectaculares. La ruta discurre por un camino de acantilados grandiosos, y desde lo alto se puede divisar el camino que vamos a seguir y el faro de Ons a lo lejos.

Todavía nos quedan muchas horas por delante en esta visita a la isla de Ons. Ya hemos conocido la costa sur. Ahora es momento de hacer un descanso antes de emprender otra de las rutas de Ons: la Ruta del Faro de Ons. Así que paramos en el pueblo de O Curro para caminar por sus callejuelas, tomar algo en sus terrazas y darnos un baño en una de las playas de Ons, ya que tras la caminata, el cuerpo lo necesita.

Explorando la aldea de O Curro. 

La capilla de O Curro

La aldea de O Curro parte del muelle de atraque de los barcos que llegan a Ons, donde se encuentra la playa de As Dornas – llamada así porque suele haber muchas de estas embarcaciones a vela características de la isla y de otros lugares de Galicia – y se extiende cuesta arriba. Fue diseñada y construida en 1960 por el Instituto Nacional de Colonización, donde se encontraba la escuela, el salón social, un edificio administrativo, la rectoral y la capilla nueva.

En esa época llegaron a vivir en la isla de Ons unas 500 personas, aunque los problemas que conlleva la insularidad provocaron una pérdida importante de población. En la actualidad, en O Curro viven permanentemente alrededor de 80 personas repartida entre 9 aldeas: O Curro, que puede considerarse la capital de Ons; O Caño, continuación de O Curro; O Cucorno, una de las aldeas más grandes y pobladas, que se encuentra en la zona más alta de la isla, muy cerca del faro de Ons; O Laverco también se encuentra en el entorno del faro; O Centolo u O Sentulo es la aldea que está situada más al norte también en una zona alta; y cerca de O Centolo, la aldea de Melide, que cuenta con pocas casas y una de las playas más salvajes de Ons; A Chan da Pólvora, donde está la zona de acampada; Canexol, al sur de la isla,  frente al mar, donde se encuentra el cementerio; y Pereiró, la aldea que está más al sur, que posee tierras fértiles y una bonita playa.

Terrazas a pie del puerto de la isla de Ons

En esta ocasión no podremos pasar por todas las aldeas de Ons, pero sí por algunas de ellas como O Curro, las que están cerca del faro y las que están junto al mar: Canexol, Pereiró y Melide. En O Curro está la bonita capilla de Ons y en la aldea se concentran varios restaurantes con sus terrazas y un chiringuito de playa. Con los visitantes que llegan a diario y los emigrantes de la isla que viven en la Península del Morrazo y regresan en verano a Ons para pasar sus vacaciones, el número de personas se multiplica, y la población pasa a ser de casi medio millar de personas.

Aunque la densidad de población se nota sobre todo en O Curro y en las playas más cercanas a la aldea principal de Ons. A lo largo de las rutas no hay demasiada gente y se puede caminar a gusto. Eso sí, las terrazas están más saturadas, lo que no nos impide sentarnos a descansar un poco tras la larga ruta de senderismo por la zona norte de Ons. Paso previo al chapuzón que nos daremos en la playa de Area dos Cans.

Un baño refrescante en la playa de Area dos Cans.

Un baño refrescante en la playa de Area dos Cans

La playa de Area dos Cans es la más frecuentada de la isla, y más un día como hoy, en pleno agosto. Lo ideal con tiempo sería ir a la playa de Melide, una de las más alejadas y más grandes o la de Pereiró o Canexol. Pero disponemos de poco tiempo y hace calor, y a pesar del gentío hay que decir que la playa de Area dos Cans es muy bonita. Todas las playas de Ons son preciosas, con esa arena blanquísima y las aguas transparentes. 

Así que toda la pandilla baja por la pasarela de madera hasta la playa de Area dos Cans para darse un buen baño. Y aunque parezca mentira, es realmente fácil meterse en el agua. Hoy no está para nada fría y casi todos nos metemos sin problema. ¡Qué placer disfrutar de este frescor tras la caminata!.

Algunos deciden quedarse a disfrutar del sol en la playa, otros seguimos de senderismo por la Ruta del Faro de Ons. 

Ruta del Faro de Ons, 4 km. De la aldea de Curro a la Ensenada de Caniveliñas

En el embarcadero estudiando las rutas de Ons

En realidad vamos a hacer una mezcla de la ruta 2, la Ruta Norte de Ons (azul) y la Ruta del faro (roja), la ruta 3. No hay tiempo para hacer completa la Ruta Norte, ya que tiene 8 kilómetros, pero comparte varios puntos con la Ruta del Faro. Aunque no podremos llegar a Punta Centolo, Punta Xubenco o Punta Liñeiros, sí pasaremos por la Playa de Melide. Lo cierto es que cuando se viene un día a la isla de Ons hay que escoger entre estas dos grandes rutas: la del norte o la del sur, o si no hacer la Ruta del faro (amarilla) y la Ruta del Castelo (Castillo) (roja), que son las más cortas, esta última con 1,1 km.

Partimos del núcleo de O Curro siguiendo la ruta de color amarillo. Pasamos por la fábrica de salazón, que hace años fue un importante motor de la economía de la isla de Ons. Tras su cierre, se instaló la familia Riobó, propietaria de la isla y de una sociedad dedicada al secado del pulpo y del congrio. Pasamos también por las antiguas escuelas, hoy Centro de Visitantes de Ons. Ascendemos por una pista hacia el suroeste, pasando por casas con la arquitectura típica de la zona y zonas de huertas y campos de maíz y centeno, lo que nos hace imaginar la vida de los habitantes de la isla.

El bonito faro de la isla de Ons

Como en muchos de los puntos de las rutas de Ons, se pueden admirar unas espléndidas vistas de la ría de Pontevedra. Entre la vegetación típica de la isla, de brezo, sauces, pinos, endrinos,…se divisa ya el barrio de Cucorno, y al fondo se alza la torre blanca hexagonal del Faro de Ons.

Es cierto que en nuestros viajes a las zonas costeras siempre buscamos los faros. Resultan tan poéticos: esas siluetas solitarias que se recortan entre el cielo y el mar, y siempre están situados en lugares privilegiados con vistas panorámicas del océano. Y tienen esa función fantástica de iluminarse en la noche para guiar a los marineros para que no se pierdan. 

Además, el Faro de Ons todavía es atendido por un forero, es uno de los pocos que quedan en España. Yo siempre sueño con subirme a un faro y mirar como miraban los antiguos fareros hacia el mar, vivir por un tiempo esa soledad que sintieron ellos. Al parecer ahora en muchos lugares del mundo se puede vivir esta experiencia, ya que hay faros que se transformaron en alojamientos con encanto. Quizás esta viajera giroscópica pueda cumplir algún día su sueño de vivir por un tiempo en un faro.

El Faro de Ons iluminó por primera vez la costa de Galicia en 1865, y fue uno de los últimos faros de petróleo a presión que existieron junto a los de la isla de Sálvora y de las islas Sisargas. Funcionó con petróleo desde 1926, y en la actualidad lo hace con placas solares. Es uno de esos faros más grandes de España y con mayor alcance: guía en las varias rutas marítimas que hay en las Rías Baixas. Exteriormente, el faro de Ons es muy bonito, tiene planta hexagonal y está revestido de azulejo blanco. Es obra del arquitecto Rafael de la Cerda, el cual construyó también el faro de la isla de A Rúa, situado en la ría de Arousa. 

Playa nudista de Melide

Es una pena no poder entrar al recinto del faro, aunque si nos acercamos por un pequeño desvío hacia el helipuerto, se puede contemplar mejor. Tras admirar el faro de Ons, seguimos por un camino sin señalizar que hay en la Ruta Norte, la Azul, ya que queremos ver una de las playas más bonitas de Ons: la playa de Melide, que es una de las más salvajes, ya que está alejada, y también es nudista. Llegamos allí y lo cierto es que hay bastante gente vestida, parece ser que los nudistas y los vestidos comparten la playa de Melide. 

Dan unas ganas enormes de quedarse y pasar la tarde allí paseando por esa arena blanca y dándose un baño en esas aguas azules. Pero ya se nos está haciendo tarde y tenemos que coger el último barco de vuelta. Afortunados los que se quedan unos días en la isla. Volvemos ya por el último tramo de la Ruta Azul hasta la aldea de O Curro por un camino de eucaliptos – especie alóctona que está intentando erradicarse -, pinos, robles y laureles.

Nos despedimos de la isla de Ons. Regreso en barco

Listas para coger el barco de vuelta a Sanxenxo

Todavía tenemos tiempo para merendar todos juntos en un merendero a la sombra. Y también de pasar por la Playa de As Dornas que está especialmente bella a estas horas de la tarde. En Galicia atardece despacio y es de día casi hasta las 11 de la noche en verano. Y la luz de estos atardeceres de días soleados son muy bonitos. Y más contemplando la Ría de Pontevedra desde Ons.

El barco ya espera a los últimos visitantes de Ons que van embarcando poco a poco. Ahí dejamos a los habitantes de la isla y a aquellos que decidieron quedarse unos días en la tranquilidad del final del día. Mañana será un nuevo día para ellos, para hacer una ruta de senderismo por Ons o disfrutar de sus playas.

En la travesía de vuelta volvemos a subirnos a cubierta para ver cómo atardece en Ons. Nuestros rostros morenos se iluminan por las sonrisas blancas y por la luz dorada del atardecer. La silueta de la isla de Ons se recorta en el horizonte, oscura. Reconocemos los lugares donde hemos pasado la jornada. Contemplamos la magnífica panorámica en silencio, ya cada uno metido en sus pensamientos, felices por el día vivido, por el descubrimiento de la isla de Ons. Un día no muy lejano volveremos a las Islas Atlánticas de Galicia, quizás a las islas Cíes, para volver a disfrutar de otro de esos veranos eternos, envueltos en la belleza de nuestras islas.

La silueta de Ons se recorta en el horizonte

Cómo llegar a Ons

Para llegar a la isla de Ons pueden coger un barco con salidas diarias desde los puertos de Bueu, de Portonovo y de Sanxenxo. El viaje a la isla de Ons dura unos 40 minutos, a no ser que realice alguna escala en otro puerto, entonces el trayecto sería de alrededor de 1 hora.

Dónde dormir en Ons

El principal alojamiento de la isla de Ons es el camping. Se pueden alquilar sacos de dormir y colchonetas. Lo ideal es reservar una plaza en el camping con antelación, sobre todo si viajan los meses de julio y agosto. Además, el camping de Ons es el primer camping autosostenible de Galicia, donde existe la modalidad de tiendas Glamping con tiendas de lona. El camping de Ons se sitúa en el lugar denominado Chan de Pólvora, a 1 km del embarcadero, subiendo por la pista de cemento que llega hasta el faro de Ons. Tiene capacidad para unos 276 visitantes.

Qué hacer en Ons. Qué ver en Ons

Ons es una isla para hacer senderismo, pero también para disfrutar de sus playas. Se puede ver el núcleo urbano de O Curro, la iglesia, las ruinas del castillo, el faro de Ons. También hay que destacar los ricos fondos marinos de la Isla de Ons y Onza, lo que hace el lugar una zona ideal para hacer submarinismo. También se pueden dar paseos en piragua con empresas autorizadas por el Parque Nacional. 

PLANO ISLA – RUTAS

Mapa de las rutas de Ons

Información Rutas de Senderismo en Ons

Ruta 1 – Ruta Sur Ons

Características: Ruta circular

Inicio: Panel de información

Distancia: 6,2 km

Desnivel y dificultad: 86 metros. Dificultad media.

Duración media: 2h30.

Color de señalización: Verde

Puntos de interés: O Curro, Area dos Cans y sepulcro de Laxe dos Cregos, Canexos y castro de Castelo dos Mouros, Mirador de Fedorentos, Buraco do Inferno y Ensenada de Caniveliñas.

Ruta 2 – Ruta Norte Ons

Características: Ruta circular

Inicio: Panel de información

Distancia: 8,1 km

Desnivel y dificultad: 100 metros. Dificultad media.

Duración media: 3 horas.

Color de señalización: Azul

Puntos de interés: Núcleo de O Curro, Playa de Melide, Punta Centorlo, Punta Xubenco, Faro de Ons, Punta Liñeiros, Ensenada de Caniveliñas.

En el barco hacia Ons

Ruta 3 – Ruta del Faro de Ons

Características: Ruta circular

Inicio: Panel de información

Distancia: 4 km

Desnivel y dificultad: 120 metros. Dificultad media.

Duración media: 1h30.

Color de señalización: Amarillo

Puntos de interés: Núcleo de O Curro, Faro de Ons, Ensenada de Caniveliñas.

Viajera giroscópica en la playa de As Dornas, isla de Ons

Ruta 4 – Ruta del Castelo (castillo) de Ons

Características: Ruta circular

Inicio: Panel de información

Distancia: 1,1 km

Desnivel y dificultad: 33 metros. Dificultad baja.

Duración media: 40 minutos

Color de señalización: Rojo

Puntos de interés: Mirador del Castillo, Fuente del Castillo, O Curro.

Bibliografía literaria

Libro de Carlos Meixide: “Ons”. Literatura infantil-juvenil. 2015.

Artículo escrito por María Calvo Santos.

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