La costa de la Cantabria oriental esconde auténticos tesoros a un paso de Santander: enormes arenales como los de Langre y Somo, playas magníficas que invitan a la contemplación. También al paseo por rutas costeras panorámicas sobre altísimos acantilados, con asombrosas vistas al Cantábrico. Azotadas por los vientos, estas playas de Cantabria son bien conocidas entre los amantes del windsurf y del surf, que acuden durante todo el año a surcar sus olas.
De Somo a Langre recorrimos hace años una larga ruta de 7 kilómetros descubriendo playas de una belleza inimaginable, enmarcadas por acantilados de rocas kársticas. Aquel día cálido del verano de Cantabria se funde ahora con la primavera recién estrenada, en el que decidimos regresar a las playas de Ribamontán al mar – municipio donde se encuentran las poblaciones de Somo, Langre y Galizano, y volver a hacer un pedazo de esta hermosa ruta.
Paso por Galizano – en el interior – para llegar al Mirador de Langre
El día es luminoso en esta primavera inestable de lluvias y sol que han teñido los prados de Cantabria de verde. Unidos a los primeros brotes de los árboles, la gama de verde contrasta magníficamente con el azul del Cantábrico que nos espera.
Nos dirigimos a la población de Galizano tras dejar la autovía del Cantábrico procedentes de Islares – cerca de Castro Urdiales -, saliendo a la altura de Beranga y tomando la carretera nacional hacia el norte que lleva también a Ajo y Noja. Atravesamos en coche la Cantabria rural por las poblaciones de San Mamés de Meruelo, San Miguel de Meruelo y Galizano.
Podríamos llegar hasta Somo para hacer la ruta Somo-Langre, pero en esta ocasión escogemos llegar directamente hasta la playa de Langre para hacer sólo un tramo de la ruta. Ya que también queremos ir por la tarde al Mirador de Corporales, en Isla, situado en otra ruta de senderismo espectacular que discurre igualmente por la costa de la Cantabria oriental. Es la ruta de Noja-Ajo, que pasa por el magnífico Cabo Quejo.
Galizano es otra de las localidades de Ribamontán al mar, muy querida por aquellos que buscan pasar sus vacaciones entre la Cantabria rural y la costera. Sobre todo por los que vienen a hacer surf en las sublimes playas de Langre, Somo y Loredo; un campamento base ideal. Podemos verlo en la cantidad de alojamientos turísticos que hay, algunos de alto nivel, como hoteles boutique y hoteles rurales.
Cabo Galizano y Mirador de Langre. Inicio del tramo Langre-Galizano
En esta ocasión comenzamos la ruta Somo-Langre-Galizano por uno de los puntos más espectaculares: en Cabo Galizano, donde se encuentra una de las playas más bellas de Cantabria: la playa de Langre. La fascinación es automática cuando nos asomamos al Mirador de Langre: el alto acantilado de piedra caliza blanca que abraza una playa enorme de arena naranja.
Según cuentan, el gran naturalista y defensor de la naturaleza Félix Rodríguez de la Fuente, se quedó prendado de la playa de Langre, a la que venía a menudo. Imaginamos su asombro ante este bello arenal y sus acantilados, donde anidan las aves en primavera. Un lugar donde el mar se une con los prados y los bosques de Cantabria, y más allá los montes. Donde la naturaleza guarda muchos tesoros para un ambientalista como el querido Félix Rodríguez de la Fuente.
A la izquierda unas escaleras construidas en los años 50 del siglo XX por la gente del lugar, dinamitando el acantilado para crear un acceso a la playa de Langre.
Aunque podríamos aprovechar para dar un paseo por la arena e incluso mojar los pies en el agua del Cantábrico, preferimos caminar por el sendero que bordea la larga playa de Langre y sigue hasta las playas de Ribamontán al mar situadas al este.
Ruta de la playa de Langre hasta la playa de Galizano
Flores amarillas colgadas sobre el acantilado nos recuerdan que la primavera ya ha llegado. El mar está azulísimo, turquesa en algunas partes, desde el sendero que bordea la playa de Langre, la gente que pasea o juega allá abajo se ve pequeña, aún más con la marea baja. Algunos surfistas intentan viajar a la orilla en alguna de las olas que rompen tranquilas en este mar poco agitado.
A un lado y otro de la playa de Langre vemos el verde de los prados que resalta a lo lejos contrastando magníficamente con el azul del Cantábrico y el blanco de la caliza. Abajo en la playa, entre las rocas, se forman pequeñas piscinas naturales, ideales para darse un baño en verano. Desde cualquier perspectiva vemos postales bellísimas.
El sendero sigue un poco hacia el interior, hacia Punta Rodico, aunque nosotros continuamos sólo un tramo más por los acantilados, siguiendo un caminito junto a una alambrada que separa la margen de la costa de un prado donde pastan vacas que ignoran que viven en el paraíso. En seguida regresamos al sendero señalizado, pues es peligroso seguir junto a un camino que se precipita en el abismo. Eso sí, las vistas de las paredes de éstos y del mar son extraordinarias. Una sucesión de acantilados que recortan la costa se pierden en el horizonte. Hacia ahí vamos, en busca de nuevas playas escondidas en Ribamontán del mar.
Una de ellas es la Playa de Arenillas que contemplamos desde un mirador desde donde también se ve Galizano y otros acantilados al fondo. Elegimos esta pequeña playa de 360 metros de longitud para hacer un alto en el camino y comer nuestros bocadillos. La bajada a la playa no es fácil, entre rocas – sólo los surfistas se animan – lo que la convierte en un arenal más tranquilo. Desde unas grandes rocas contemplamos el mar y la playa de arena dorada apretada entre la roca caliza.
Terminamos la ruta en la playa de Galizano, enclavada también en una zona rocosa, en la que desemboca el arroyo de Aguas Rondas. Descendemos una pasarela de madera hasta esta playa tranquila, buscando un recodo donde no nos moleste el viento. Por fin lo encontramos junto a las rocas, haciendo un sitio perfecto para descansar mirando al mar.
Ruta Somo – Langre. Vistas de Santander desde las playas de Somo y Loredo
Las imágenes primaverales de este paseo por la costa de la comarca de Trasmiera se funden con otras de un verano en el que hicimos la ruta Somo – Langre, partiendo de la población de Somo, que también pertenece a Ribamontán del mar.
Numerosos bañistas disfrutan de un buen paseo o un baño en la enorme playa de Somo, que goza de unas vistas fantásticas de Santander, del Palacio de la Magdalena y del islote la Corbera, donde está el Faro de Mouro. También nosotros queremos disfrutar de este espectáculo, por lo que caminamos a orillas del mar, contemplando las vistas y observando a los numerosos surfistas que acuden con sus tablas a comer las olas más grandes.
La playa de Somo es claramente una de las más populares del lugar, tan cercana a Santander. Tanto quizás como la siguiente, la playa de Loredo, a la que llegamos tras atravesar el pequeño arroyo de Castanedo.
Tomamos un sendero que discurre entre las Dunas de Loredo que bordean un pinar, después del cual está la playa del Bao. Seguimos el camino que conduce a la playa de Los Tranquilos, situada fente a la isla más grande del litoral Cantábrico: la isla de Santa Cristina. También conocida como la isla de los Jorganes, es una isla deshabitada, aunque en el pasado estuvo habitada y se levantó en ella una ermita dedicada a Santa Marina; los restos de un antiguo monasterio jerónimo nos cuentan que también en la Edad Media fue habitada por unos monjes.
Ruta de acantilados de la playa de Los Tranquilos hasta Langre
Espectaculares acantilados se alzan a partir de este punto. Sucesivos miradores nos regalan vistas impresionantes de la costa y del Cantábrico: el mirador de Los Tranquilos, el mirador de la Torre, el mirador de los Espinosa y el mirador de Llaranza,…Desde La playa de Los Tranquilos subimos al sendero que continúa todo el tiempo junto a los acantilados.
Las vistas de la bahía de Santander, la grandiosidad y verticalidad de los acantilados. Panorámicas estupendas desde el camino y los sucesivos miradores. Desde el mirador de Llaranza contemplamos las piscinas naturales de Llaranza, conocidas como ‘las Pozas de Langre’.
Ya en la Punta de Langre se encuentra el punto más alto de este tramo de la ruta: 55 metros. Desde ahí, llegamos en seguida a la playa de Langre para seguir la ruta hasta Galizano, de la que hablamos anteriormente.
Es aquí donde se funden las dos rutas, una primaveral, la otra estival. Se funden dos tiempos e imágenes para el recuerdo. Todavía nos acercamos a Galizano para disfrutar de un buen café y seguir ruta hasta Isla, donde la costa Cántabra sigue asombrándonos con sus paisajes que cortan el aliento.
Informaciones prácticas de la Ruta Somo-Langre-Galizano
¿Dónde empezar la ruta Somo-Langre-Galizano?
La ruta puede empezarse en cualquier punto, aunque recomendamos llegar a Somo y seguir hacia el este hasta las playas de Langre y Galizano. También se puede hacer sólo algún tramo: partir, por ejemplo, del Mirador de Langre hacia el oeste, terminando en Somo, o hacia el este, terminando en Galizano.
¿Es una ruta lineal?
Se trata de una ruta lineal, por lo que hay que contar con la vuelta. Por lo que es recomendable hacerla por tramos, si no se tiene tiempo para hacer entera. Por ejemplo, de la playa de Somo a la playa de Langre; o de la playa de Langre a la de Galizano.
¿Hay aparcamiento en Langre y Somo?
Tanto en Langre como en Somo hay aparcamientos para dejar el coche y comenzar la ruta.
Datos de la Ruta Somo-Langre-Galizano
Tipo de ruta: Lineal
Distancia: 10 kilómetros ida
Dificultad: moderada
Cursos de surf en Somo y Loredo
Cómo llegar a Somo, Galizano y Langre
Desde Santander a Somo hay lanchas que llegan al embarcadero de Somo.
En coche desde Islares, hay que tomar la autovía del Cantábrico, la A-8 y recorrer los casi 50 kilómetros que separan esta localidad de Somo (unos 33 minutos). En la salida de Hoznayo se coge la carretera CA-146 hasta Somo.
Y desde Islares a Langre, la forma más rápida de llegar es por la autovía A-8 y salir en Hoznayo por la CA-146 hata Langre, pasando por Somo y Loredo. Son unos 38 minutos (53 km).
De Islares a Galizano, se toma la salida 184 y se recorre la carretera CA-146. Son unos 46 kilómetros en total, unos 35 minutos.
Mapa de Ribamontán al mar
Ribamontán al mar es un municipio de la comarca de Trasmiera, la cual se extiende entre las bahías de Santander y Santoña, a lo largo y ancho de buena parte de la Cantabria oriental.
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Surf Cantabria
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Si eres un amante del surf, el mar Cantábrico es el lugar ideal para practicar este deporte acuático. Asegúrate de tener el neopreno adecuado para disfrutar al máximo de las olas y las condiciones climáticas de la zona. ¡No te arrepentirás de vivir esta experiencia!
El Giróscopo Viajero
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Gracias Sergio!
Si te interesa colocar publicidad o un enlace para promover tu empresa (nos ha parecido). Puedes escribirnos y charlamos del tema 😉 Mientras disfruta de las playas y acantilados de Somo, Langre y Galizano.
Saludos!