Las Gargantas de Tolmin y su naturaleza salvaje en Eslovenia

Las impresionantes tonalidades del Tolminka son toda una visión

Eslovenia ha sido un gran descubrimiento. Su naturaleza destila belleza a raudales. Es sin duda un territorio que merece ser surcado en más de un viaje. Así que amenazamos con volver las veces que hagan falta para descubrir todo el esplendor de sus paisajes.

El verdor de los Alpes Julianos contrasta con el azul cristalino del río Soča y Tolminka siguiendo sus afluentes, ya sólo éste fenómeno natural merece un poema.

Nuestro periplo por estos parajes estuvo enfocado a cubrir el reportaje del 100º aniversario de las Batallas Izonso, así que exploramos con detenimiento y a conciencia los serpenteantes caminos de la montañosa orografía eslovena, desde todas sus perspectivas: lo bajo, lo alto, trepando cual pequeñas cabras sus escarpadas laderas, oteando toda su majestuosidad  desde las crestas de sus imponentes macizos y quedamos encandilados con la inmensidad de propuestas que ofrecen sus rincones naturales.

Tras nuestra última visita siguiendo la Ruta del Sendero de la Paz que culminaba en el templo de Javorca, después de un largo camino emprendido días atrás. En cierto modo cerrábamos aquí los andares montañistas que nos desvelaron los puntos estratégicos donde se libró aquella cruenta guerra, para continuar nuestra odisea por senderos más amables y rebosantes de las múltiples bellezas que encierra éste bello país.

Habían sido días exigentes, de mucho andar y nuestros cuerpos estaban en sus mínimos de batería y, esa tarde aún nos quedaban por visitar las alucinantes Gargantas de Tolmin, pertenecientes al Parque Nacional Triglav. Los pies no daban más, pero al adentrarnos en el sendero que discurre por éstos enormes desfiladeros que se alzan imponentes a unos 200 metros de altura y ver relucir las tonalidades azul turquesa del río Tolminka, las fuerzas volvieron.

La vista desde el «Puente del Diablo» hacia el precipicio es de vértigo total

El recorrido está adaptado a las abruptas condiciones de las gargantas, facilitando su acceso a través de pasarelas de madera y unas cuantas escaleras. Empezaremos por el nivel más bajo hasta ascender y cruzar el “Puente del Diablo” que pende amenazante a gran altura (unos 60 m) y que es también parte de la carretera de acceso hacia el pueblo de ZadlazČadrg. El rugido que provoca el paso de los autos, rebota en las grandes paredes rocosas, creando una acústica sobrecogedora. Poco visitantes lo notan, pero yo siempre llevo los 5 sentidos en modo alerta para no perderme nada. Así que agucen el oído y sabrán lo que digo.

Y es que aquí el averno tiene más de una referencia. Existe un sistema de cavernas por las que corría el afluente del río Soča de más de 1000 m de largo y 40 de profundidad, entre las que destaca la denominada Cueva de Dante o Cueva de Zadlaška, que se dice fuera visitada por Dante Alighieri mientras pasaba unos días en Tolmin bajo la hospitalidad de Pagano dellaTorre y que le sirviera de inspiración para el “infierno” de la Divina Comedia. La cueva es de difícil acceso, por lo que sólo es posible visitarla con la compañía de un guía y equipo adecuado.

Pero para los menos aventureros, ya la sola visita a disfrutar de los afluentes del río Tolminka corriendo por entre la verticalidad de esas inmensas quebradas hasta encontrarse en confluencia (conocida como «Sotočje») con el río Zadlaščica (hogar de la trucha de mármol), es un espectáculo que embelesa.

Caminar por los caminos de las Gargantas de Tolmin nos hace sentir diminutos

Otro de los puntos emblemáticos que encontraremos en el camino es “La cabeza de oso”, una gran roca que se quedó atascada en una parte estrecha de los acantilados, llamada así por la juguetona imaginación de los visitantes debido a su tamaño y el musgo que crece en ella, semejando el pelaje. Pero como la imaginación es libre, yo le hallé más forma del corazón de las Gargantas, ese que late y que quizás es ese rugido poderoso que inunda las gargantas haciéndonos sentir que está vivo y emocionado por que le hagamos compañía y admiremos la belleza de su naturaleza.

¡Disculpen las pintas! Pero habíamos hecho un trecho duro antes de llegar aquí…  Así queda más auténtico ¿no? jeje

Nosotros hicimos una pequeña parada con una buena cerveza eslovena descansando en uno de los chiringuitos que se encuentran a unos pasos de la entrada a las Gargantas para luego enfilarnos hasta Tolmin. No sin omitir en el camino de vuelta la visita a uno de los cementerios austro-húngaros en honor de los caídos en las batallas entre Mt. Vodel y Mt. Krn: LočeSentimos el compromiso moral de hacer una pausa allí para brindar un minuto de silencio tras ver tan de cerca la historia de éstos penosos acontecimientos.

Ubicación geográfica:

Las Gargantas de Tolmin, sin lugar  es un lugar de oblligada visita porque resultan un verdaedro remanso de paz para compartir en pareja, familia o con amigos y que se hallan a tan sólo 2 kilómetros del poblado de Tolmin  -famoso por sus estupendos quesos-.

Agradecimientos

Una vez más queremos expresar nuestra gratitud a la Fundación Pot Miru, por la increíble gestión y amabilidad de Katja, Leo y Jasmina, para realizar éste viaje de prensa, por tratarnos tan bien y brindarnos todas las facilidades para poder llevar a cabo ésta serie de reportajes acerca de ésta increíble zona de Eslovenia que compre desde Bovec hasta Tolmin.

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