Entrar a la Casa Lis es tomar un pasaje al fascinante mundo del Art Nouveau y el Art Déco. Traspasar la línea de entrada a este palacio instalado sobre una muralla en pleno corazón de Salamanca, es mirar hacia un pasado cercano donde la libertad creativa y la originalidad estaban en pleno apogeo. De repente una explosión de color, de vidrieras luminosas, de líneas y curvas sensuales, de objetos decorativos magnéticos, de una atmósfera que nos traslada a otra época de efervescencia artística tras la cual se esconde un mundo nuevo, revolucionario, moderno.
Recientemente tuvimos la ocasión de escuchar los ecos del tiempo en la Salamanca monumental, una ciudad que nos contó la historia de su antigüedad, en la que nos hablaron los monumentos, los suelos adoquinados, la muralla que la rodea,…Por dos intensos días nos sumamos a la algarabía de la ciudad, fundiéndonos con sus habitantes, con los viajeros ávidos por descubrirla. Bulliciosa, la ciudad se dejó hacer, fue tomada sin resistencia por todos nosotros que en realidad fuimos los conquistados: la riqueza de su gastronomía en miniatura, sus galerías urbanas a pie de calle, la maravilla de una ciudad con un impresionante patrimonio transformada en un monumento vivo.
Lo que no esperábamos era esta auténtica joya de la arquitectura modernista que casi pasa desapercibida entre de la grandiosidad de la catedral de Salamanca y la monumentalidad de su casco antiguo. Pero que llama la atención por su fachada claramente modernista, de diseño reconocible. Uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista de la ciudad. Cuando miramos las verjas exteriores de hierro, en seguida caemos en el movimiento envolvente y orgánico típico del modernismo.
Ya desde el primer día, en nuestra intensa visita por Salamanca, pasamos varias veces a su lado y sentíamos una fuerte atracción, como una fuerza invisible que nos empujaba a entrar. Sabíamos que tarde o temprano acabaríamos traspasando el umbral de la Casa Lis iniciando un viaje sin retorno al universo del Art Nouveau y del Art Déco.
Breve historia de la Casa Lis de Salamanca. Concepción revolucionaria del edificio: arquitectura industrial, arquitectura modernista
El palacete – Casa Lis fue mandado construir por Miguel de Lis a principios del siglo XX, entre los años 1905 y 1906, y fue el arquitecto Joaquín de Vargas y Aguirre quien se encargó del proyecto. Lo revolucionario fue que éste adoptó los preceptos de la arquitectura industrial con el asentimiento del Señor Lis, moderno en las ideas de concepción de su palacete. Soluciona el desnivel del solar donde se edificaría la Casa Lis, sobre un tramo de la antigua muralla de Salamanca, realizando una escalera en la fachada sur, que le permite además crear unas magníficas terrazas ajardinadas y una gruta. La Casa Lis se convierte en uno de los pocos ejemplos en los que se utilizó la arquitectura industrial para uso residencial.
El interior de la Casa Lis se organiza en torno a un patio interior: habitaciones de verano y de invierno, salones, un despacho, un oratorio, un invernadero,…Y, colmo de la modernidad, el palacete se ilumina con luz eléctrica y posee baños con agua caliente. Su modernidad decorativa y su belleza residen en las fantásticas vidrieras de la galería del patio, las ventanas y puertas y la claraboya de la escalera.
En 1917, la Casa Lis pasó a manos del futuro rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Esperabé de Arteaga, al que sucedieron otros inquilinos hasta que, a este período de esplendor siguió otro, en los años 70, de abandono y degradación del edificio. Por fortuna, el Ayuntamiento de Salamanca se hizo cargo de la Casa Lis en 1981 que recuperó su esplendor y se acabó convirtiendo en 1995 en sede del Museo Art Nouveau y Art Déco de Salamanca con colecciones únicas en España. Gracias también a los fondos donados por el coleccionista y anticuario Manuel Ramos Andrade.
Entrada a la Casa Lis. La sorpresa modernista de la inmensa vidriera abovedada
Franqueamos la belleza de las sensuales curvas de las verjas exteriores y casi no tenemos tiempo para coger folletos para la visita ante la sorpresa luminosa. La inmensa vidriera del patio interior de la Casa Lis nos recibe con su juego de luces que reflejan un arco iris por los suelos del edificio, obligándonos a jugar al caleidoscopio, introduciéndonos de golpe en el cautivante universo modernista.
Seducidas por la vidriera de colores, recorremos su trazado, los haces de luz que penetran e iluminan la sala principal de la Casa Lis creando una atmósfera ideal para comenzar la visita a las colecciones de Art Nouveau y Art Déco que seguro no nos dejarán indiferentes.
Lo cautivador no se limita a esta magnífica bóveda de vidrio, también está en la arquitectura de hierro del patio, con su galería y columnata de estilo industrial de principios del siglo XX. Y en la delicada belleza de las decoraciones de escayola de los marcos de las puertas.
En cualquier rincón de la Casa Lis encontramos la belleza, escondida, cuando nos detenemos en ella, otro objeto, otra vidriera, otro elemento decorativo del palacete capta nuestra atención. Antes de continuar la visita de las colecciones de Art Nouveau y de Art Déco, entramos en una de las salas más asombrosas del museo.
Trasladándonos a la Belle Époque en el Café de Lis
Entramos en la Cafetería de la Casa Lis, llamada Café de Lis, uno de los rincones más bellos del palacete, súmmum del Modernismo. Las siluetas de la gente sentadas a las mesitas se oscurecen ante la luminosidad del inmenso ventanal de vidrieras que suponemos es la fachada sur de la Casa Lis. A través de las ventanas enmarcadas con flores y decoraciones modernistas se adivina un pedazo de la ciudad de Salamanca, la que vive a orillas del río Tormes.
El Café de Lis cuida los detalles al máximo, el Art Nouveau y el Art Déco están en cada detalle: las lámparas, los espejos, el mobiliario, la decoración,…un adelanto de lo que nos espera en el Museo de Lis. Sentarse a tomar algo tranquilamente en el Café de Lis, rodeados de esta belleza decorativa es como trasladarse a la Belle Époque.
En las mesas se forman pequeñas tertulias que escucho por unos instantes, algunos parecen estudiantes en intercambio de idiomas que mantienen conversaciones interminables de temas de siempre, otros leen solitarios el periódico, un libro, escenas que casi ya no se ven hoy en día, enamorados se declaran en voz baja palabras de amor indescifrables,…Desde luego, el Café Lis es uno de esos rincones deliciosos en los que poder pasar un momento de reposo, lejos del mundanal ruido.
Los que buscan la luz de la ciudad, pueden salir a la terraza del Café Lis a admirar las terrazas ajardinadas del museo y disfrutar de las vistas.
Imagino que muchos salmantinos y viajeros de paso por Salamanca terminan en el Café Lis, disfrutando de la atmósfera de otra época, o de una obra de teatro, ya que el Café Lis se convierte de vez en cuando en Café teatro. Una más de las múltiples facetas de la Casa Lis que no solo es museo, ya que celebra a lo largo del año numerosos eventos, exposiciones, etc, convirtiendo la Casa Lis en un organismo vivo.
Artes decorativas en la Casa Lis: viaje fascinante por los universos del Art Nouveau y el Art Déco
Art Nouveau, Modernismo, Jugensdsitil, Modern Style, Nieuwe Kunst, Liberty, Florale, todos estos términos para designar un nuevo movimiento artístico que habla de modernidad, libertad, novedad, precisamente para contraponerse a un estilo anterior más academicista.
Siempre sentí un enamoramiento intenso por el Art Nouveau y el Art Déco, esas estéticas revolucionarias en su momento, que han conseguido mantener su frescura, su modernidad con el paso del tiempo, sin perder un ápice de su espíritu moderno. Tanto en las artes mayores (arquitectura, escultura, pintura), como en las artes menores y decorativas, en el diseño, mobiliario, cristalería, cerámica,…objetos de la vida cotidiana.
En el Art Nouveau se incorporaron las novedades de la Revolución Industrial, como el hierro o el cristal, y a nivel estético la naturaleza era fuente de inspiración: elementos de origen natural, formas redondeadas, orgánicas, líneas curvas que envuelven los elementos que decoran. Tras la Exposición Universal de París de 1900, el estilo Art Nouveau se popularizó entre la gente y comenzaron a fabricarse artículos modernistas en serie, con un precio más asequible.
El Art Déco – movimiento posterior, del período de Entreguerras – tomará algunos elementos del Art Nouveau, pero también de las Primeras Vanguardias, como el constructivismo, el cubismo, el futurismo o el estilo racionalista de la Escuela Bauhaus. Como reacción al Art Nouveau, el Art Déco aboga por la simplicidad, la simetría y la nitidez de las líneas, la elegancia de las formas. Se buscaban objetos de diseño atractivos. Su momento de esplendor fue durante la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1925.
Es un estilo propio de las artes decorativas caracterizado por la geometría moderna, aerodinámica, en zigzag, los motivos geométricos y vegetales. Ya habíamos hablado del Art Déco en las artes gráficas a raíz de nuestra reciente visita a la exposición del arte publicitario de Manuel Martín González en Guia de Isora, Tenerife.
Aunque estamos hablando de artistas “integrales” que llevaban la modernidad a todas las artes, la Casa Lis se centra básicamente en las Artes Decorativas, que eran consideradas en la época como “arte inferior” y fueron defendidas por los artistas modernistas que abogaban por la artesanía frente al avance de la producción en masa. La Casa Lis nos propone un recorrido por uno de los períodos más fecundos de las Artes Decorativas: de finales del siglo XIX hasta la II Guerra Mundial.
Recorriendo las diferentes salas nos encontramos con objetos utilitarios donde la estética tiene gran importancia, así como la calidad del detalle y del acabado. Además de la belleza estética, del Art Nouveau y del Art Déco me interesó siempre esa idea de democratizar el arte, que hasta lo más cotidiano tuviese un valor artístico y fuese accesible.
Las fascinantes figuras Criselefantinas y bronces
Comenzamos el recorrido por las colecciones de la Casa Lis, la primera la de las criselefantinas y bronces de la sala que hay al lado del Café de Lis. Pequeñas esculturas realizadas con marfil (en las partes desnudas, para las vestimentas se utilizó el metal), un material que ofrecía muchas posibilidades y que los artistas de la época supieron explotar.
Me quedaría horas admirando la delicadeza y la gracilidad de las figuras femeninas, la perfección de sus rasgos, los pliegues de los vestidos, las ondas de los cabellos, … La mujer en el Modernismo tenía un carácter moderno, libre, juvenil y adopta diferentes papeles: femme fatale, belleza dulce e inocente, hadas, ninfas,…
Lo más fascinante son las posturas de los personajes son reales, las cazamos en posiciones de baile cotidianas, atándose una zapatilla,…hasta puede verse el movimiento del cuerpo, de la ropa. Los artistas modernistas captan el movimiento, otro elemento más que aumenta mi pasión por estas figuras.
Además, está la excelente puesta en escena museográfica del Museo Lis, que destaca las piezas con luz, creando sombras en la pared, reflejo del personaje, que aumenta el misterio y la belleza de las creaciones.
Otras colecciones de la Casa – Museo Lis de Salamanca
En total el Museo Lis de Salamanca exhibe 19 colecciones donde se muestra la producción de los talleres europeos de Artes Decorativas en los períodos de Art Nouveau y Art Déco. Además de las criselefantinas, hay muñecas de porcelana francesas del siglo XIX; vidrios de autores como Émile Gallé, que revolucionó el arte decorativo del vidrio, también de los hermanos Daum o de Paul Nicolas; porcelanas de Zuloaga, Rosenthal, Mariano Benlliure,…; piezas de joyería de Faberge o de Masriera,…
En la parte superior de la Casa Lis vemos más de cerca la hermosa vidriera en la que dominan los tonos azules. La luz penetra en la planta baja iluminándola. No es solamente la bóveda de vidrio lo que llama la atención, también la galería acristalada con decoraciones vegetales que nos permite ver el patio interior.
Rodeamos la galería recorriendo las diferentes salas de la planta superior de la Casa Lis. Comenzamos por la colección de muebles de la Escuela de Nancy, fabricados en los talleres de Louis Majorelle o de Émile Gallé, aunque también hay obras de autores catalanes como Joan Busquets o Gaspar Homar.
También están los bronces de Viena, de acabado delicado, pintados en frío, que destacan por el cuidado del detalle. La temática de estos bronces es orientalista, bailarinas sensuales, animales domésticos, especies exóticas, grupos de caza,…
Otra de las colecciones de la Casa Lis es la de vidrio, en la que el protagonista es el color. Se inspira en modelos venecianos o de Bohemia. El artista Émile Gallé es un genio en las artes creativas de vidrio y pilar en el desarrollo del Art Nouveau. Se centró en la recuperación de técnicas olvidadas y fue el creador de la Escuela de Nancy.
La colección de joyas también nos sorprende gratamente: pendientes, collares, broches,…realizados con nuevas técnicas: champ levé, “pliqué-à-jour”, cloisonné,…que revolucionan el proceso de creación. Relojes Rolex o Patek Philipp, broches Art Déco, pendientes y colgantes Art Nouveau, preciosos complementos femeninos,…Estas joyas son el reflejo del nuevo ideal de mujer para los modernistas. A autores como Alphonse Mucha, Fabergé, René Lalique o Georges Fouquet les interesan más los diseños que las propias joyas, igual que a nosotros, que quedamos fascinados por esta audacia creativa.
Por otra parte, aunque la Casa Lis Alberga sobre todo colecciones de artes decorativas, también hay una pequeña colección de pinturas.
La sorprendente colección de “Bellezas de Baño”
Una de las colecciones más sorprendentes de la Casa Lis es la de “Bellezas de baño”: pequeñas figuras de porcelanas que representan mujeres desnudas o en traje de baño realizadas en “biscuit” pálido, y decoradas con pelucas de “moher”. Destacan el colorido, la delicadeza del diseño pero lo más asombroso son las posturas que traducen el momento: la despreocupación, la libertad, el disfrute. Reflejo de la perspectiva que se tenía en ese período de principios de siglo en Europa, la Belle Epoque.
Tenemos la sensación de que estas “Bellezas de Baño” se encuentran en una playa de la Costa Azul o de Biarritz disfrutando de las aguas del Mediterráneo y del Atlántico sin preocupaciones, tan solo disfrutando. En esos momentos la vida todavía era bella,…Y famosas bailarinas del “music-hall”, del cine mudo, mujeres pertenecientes a la burguesía o a la nobleza se daban cita en estas ciudades balneario.
Figuras tomando el sol en posturas atrevidas, una con un gato encima, otras pensativas en traje de baño, o bailando,… Los artistas modernistas supieron reflejar esta indolencia, ese regocijo por vivir.
La Casa Lis. Algo más que un Museo de Art Nouveau y Art Déco
La Casa Lis de Salamanca es algo más que un museo de Art Nouveau y Art Déco. En él también tienen lugar exposiciones temporales de grandes artistas de todas las épocas: Picasso, Gallé, Durero, Sorolla, Mucha, Miró, Frida Kahlo,…entre otros. Actualmente hay una exposición sobre los grabados de Goya: “Los Desastres de la Guerra. Ayer y hoy”, así como de fotografías contemporáneas de guerra realizadas por el salmantino Alberto Prieto.
Además, en la Terraza del Café Lis, hay ciclos de música, teatro, como el ciclo de conciertos “Las Noches de Lis: Summertime”.
Es el momento de despedirse de la Casa Lis. Ha conseguido transportarnos a otra época con la belleza de sus colecciones, y nos llevamos la idea de que es algo más que un museo. Se asemeja a un organismo vivo, donde la cultura tiene una presencia constante y el visitante la disfruta, a la vez que se deja envolver por ese fascinante universo del Art Nouveau y del Art Déco.
Información práctica
Horarios
De abril a octubre
De martes a domingo, de 11:00 a 20:00. Lunes cerrado excepto los lunes de agosto y los festivos.
De noviembre a marzo
De martes a viernes, de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00. Sábado y domingo, de 11:00 a 20:00. Lunes cerrado excepto los lunes de agosto y los festivos.
Entrada
4€ adultos; 2€ jubilados; 2€ estudiantes; 1€ desempleados. Niños menores de 14 años: entrada libre. Jueves: entrada libre de 11:00 a 14:00.
Montserrat
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¡Me ha encantado! Desconocía este museo y tu artículo lo ha descrito muy bien. ¡Gracias!
El Giróscopo Viajero
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¡Muchas gracias, Montserrat! Lo cierto es que es un museo bellísimo, tanto por su edificio, su diseño y su decoración, como por las piezas de arte que contiene. Un saludo.