Uzbekistán es uno de los países más bellos de Asia Central, junto con Kazajistán y sus vecinos, parada en la Ruta de la Seda por la cual transitaban mercancías, hombres y riquezas desde China hasta Estambul. Cuna de una cultura milenaria cautivante que también se explica por su ubicación geográfica. Ya que Uzbekistán está situado entre la inmensidad de las estepas kazajas, las montañas de Pamir y Tian Shan (Montañas Celestiales), los desiertos de Kyzyl Kum (“arena roja”) – que cubren dos tercios del país y se extienden al sur con el Kara Kum (“arena negra”) – y el río Syr Darya, en el norte, que fluyen desde el valle de Ferganá hasta el Mar de Aral, y el río Amu Darya, en el sur.
En esta encrucijada de diferentes culturas y religiones, actualmente conviven uzbekos (75% de la población) con otras poblaciones: rusos, tayikos, kazajos, tártaros…fruto de la turbulenta historia de estos países de Asia Central y por la línea fronteriza marcada por Stalin en los años 1920 y 1930, sin respeto por la realidad geográfica y lingüística.
Viajar a Uzbekistán
El descubrimiento de Uzbekistán nos lleva a ciudades míticas que poseen un rico patrimonio arquitectónico y artístico como Samarcanda, Bujará, Jiva o Tashkent, la capital, por las que pasaron grandes conquistadores de Asia Central como Alejandro Magno – que trajo la cultura griega en el siglo IX a. C. – , Tamerlán (Amir Temur), que destruyó todo en el siglo XIII o Gengis Khan, que la convirtieron en perla de Oriente en el siglo XIV.
Sogdiana, Bactria, Transoxiana,…estos son algunos de los nombres por los que se conoció el actual Uzbekistán. A finales del siglo XIX fue escenario de la rivalidad entre el Reino Unido y Rusia. Y en el siglo XX, exploradores, arqueólogos y aventureros descubrieron una tierra de magníficos tesoros: antiguas ciudadelas en el desierto, deslumbrantes mezquitas policromadas, espectaculares mausoleos. Uno de esos avantureros fue Marco Polo que, en su paso hacia Afganistán, se quedó fascinado con la bella Sarmarcanda.
Acompáñennos a seguir los pasos de estos grandes exploradores y viajeros para descubrir espectaculares paisajes, ciudades históricas, una cultura fascinante y sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La Ruta de la Seda
Enormes estepas, macizos montañosos, desiertos, valles fértiles,…un mosaico de paisajes nos esperan en Uzbekistán. Una tierra de intercambio entre Asia y Europa por la que transitaban en el pasado caravanas cargadas de especias, sedas, perfumes y piedras preciosas por la célebre Ruta de la Seda.
Qué ver en Uzbekistán
Aquí les dejamos una relación de sitios que no se pueden perder en Uzbekistán, situados en ciudades míticas a las que se llega atravesando fantásticos paisajes.
Ciudades de Uzbekistán
Tashkent
Tashkent es la capital de Uzbekistán y la ciudad más grande de Asia central. Un auténtico oasis y parada obligada en la Ruta de la Seda, que experimentó un desarrollo importante después de la conquista islámica. Pero que casi desapareció por completo en el terremoto de 1966. Su arquitectura actual es una mezcla de tradición y modernidad, de monumentos soviéticos, grandes bulevares, plazas conmemorativas y lugares religiosos históricos.
Algunos de los lugares que hay que ver en Tashkent son: la madraza Koukeldach, los monumentos al Emir Timur (Tamerlán) y las antiguas casas de adobe alrededor del bazar Chorsu.
Qué ver en Tashkent
El Bazar Chorsu
El Bazar Chorsu es el mercado más grande y antiguo de Tashkent, reconstruido por arquitectos soviéticos que respetaron la arquitectura tradicional de Asia Central. Su gran cúpula azul contribuye a su espectacularidad. En sus dos plantas se pueden encontrar todo tipo de productos locales: desde especias, frutas, frutos secos a alfombras y otros textiles. También se puede degustar la gastronomía uzbeka en los puestos de comida.
La madraza de Koukeldach
La gran madraza de Koukeldach es el centro espiritual de Tashkent. Un bellísimo edificio que encuentra junto a la mezquita Juma en una colina con panorámicas del bazar Chorsu y la ciudad. Koukeldash fue un lugar de ejecución pública hasta 1865.
Museo de Artes Aplicadas de Tashkent
El Museo de Artes Aplicadas de Tashkent es el museo más antiguo de la capital uzbeka, que expone la artesanía popular en cuatro plantas. Además de restos arqueológicos de los primeros yacimientos budistas, grecobactrianos y Kushan. También hay colecciones de pinturas y mármoles italianos y magníficos tejidos y alfombras.
Samarcanda
Samarcanda es una de las ciudades más antiguas del mundo (fundada en el siglo VI a. C.) que posee una arquitectura magnífica, muestra de su importancia en el corazón del Asia Central. Fue una parada significativa en la Ruta de la Seda que unía la India con China y Occidente.
El conquistador Tamerlan mandó construir monumentos excepcionales reconocidos como Patrimonio de la UNESCO, como la mezquita de Bibi Khanym. De hecho, Samarcanda es uno de los complejos arquitectónicos musulmanes más bellos del mundo
La visita de la ciudad puede comenzar en la plaza Registan, flanqueada por tres sublimes madrazas. Y continuar por el mausoleo de Gur Emir – tumba del rey conquistador Tamerlán – , y la joya de Samarcanda: la mezquita Bibi Khanum.
Merece también una visita el observatorio Ullag Beg, uno de los primeros observatorios astronómicos islámicos del mundo, y la extraordinaria necrópolis timúrida de Shah i Zinda.
Qué ver en Samarcanda
Plaza de Registán
La Plaza de Registán es el símbolo de Uzbekistán. Situada en el corazón de la ciudad antigua de Samarcanda, reagrupa tres madrazas majestuosas declaradas Patrimonio de la UNESCO en 2001: la madraza Ulugh Beg, dedicada al astrónomo del mismo nombre; de ahí su ornamentación con motivos de estrellas que simboliza el cielo. La madraza Cher Dor , ricamente decorada con ladrillos esmaltados, mosaicos y pinturas doradas. Y la madraza Tilla Kari, con sus maravillosas pinturas doradas -.
Mausoleo de Gur Emir
Sirvió como modelo para la arquitectura mongol en la india. Destaca su puerta espectacular y su cúpula azul estriada, además de la decoración de azulejos, ladrillos tallados y mosaicos.
Necrópolis de Shah-i-Zinda
La Necrópolis de Shah i Zinda es una de las maravillas de Uzbekistán. Situada al noreste de Samarcanda, está formada por varios mausoleos (el más antiguo es del siglo XI) con unas fachadas ricamente decoradas con ladrillos esmaltados cerámica grabada, inscripciones en árabe y persa, y diseños florales y geométricos.
Mezquita Bibi Khanym
La mezquita Bibi Khanym es el mercado más grande de la ciudad. En el siglo XV era la más grande de Asia Central. Tuvo que ser reconstruida en la década de 1970, ya que sufrió grandes daños en un terremoto en 1897 – se derrumbaron unas 400 columnas -. Actualmente aún están en pie el cuerpo central y sus dos naves laterales.
Observatorio Astronómico de Ulugh Beg
Se trata de uno de los primeros observatorios astronómicos del mundo musulmán, construido en el siglo XV por Ulugh Beg en una colina al norte de Samarcanda. Con un enorme sextante, los astrónomos determinan con precisión la duración del año y la hora local.
Jiva
A las puertas del desierto de Karakoum se encuentra la antigua ciudad de Jiva, última parada de los comerciantes de la Ruta de la Seda. Actualmente un gran museo al aire libre en el que no vive nadie. Una auténtica joya magníficamente conservada que esconde tras altos muros de ladrillo palacios, mezquitas, madrazas, minaretes, edificios relucientes con cúpulas azul turquesa que fascinan a todos los viajeros.
Qué ver en Jiva
Madraza Mohammed Amin Khan
Construida en el siglo XIX fue la madraza más grande de Asia Central, un bello edificio con cinco cúpulas y torres laterales. Y una fachada decorada con ladrillo vidriado y las puertas de madera con tallas ornamentales. Actualmente, es un hotel abierto al público.
Minarete de Kalta Menor
Construido en 1851 por Mohammed Amin Khan, es uno de los minaretes más bellos de Jiva, aunque quedó inacabado tras la muerte del Khan en 1855. Es el único minarete totalmente cubierto con ladrillos vidriados en los que dominan los colores azul y verde.
Madraza Islam Khodja
Coronada por el minarete más grande de la ciudad – con 44 metros de altura -, la madraza Islam Khodja es el Museo de Arte de Jiva. El complejo arquitectónico de principios del siglo XX comprende también una mezquita y su minarete de cerámica azul y blanca domina la ciudad de Jiva. Alrededor se concentran miles de cúpulas y edificios abovedados.
Puerta de Palvan Darvoza
La Palvan Darvoza es la puerta este de la ciudad fortificada de Jiva, que da acceso al distrito fortificado de Itchan Kala. Lleva el nombre en honor al poeta Palvan Mahmoud considerado el protector de la ciudad. A la entrada de Ichan-Kala, hasta 1873, hubo un mercado de esclavos, y ahí también se anunciaban las ejecuciones de criminales.
Puerta de Tach Darvoza
La Tach Darvoza es la puerta sur de Jiva, construida en 1830 por orden del gobernante del Khiva Khanate, Alla Kouli Khan. Ahí llegaban las caravanas procedentes del Mar Caspio.
Las estepas de Kyzyl-Koum y las fortalezas en el desierto
Le recomendamos continuar hacia el noroeste de Jiva hasta las estepas de Kyzyl-Koum, que ocupan dos tercios de la superficie de Uzbekistán, y fueron atravesadas por caravanas y aventureros. En la región de Khorezm, encontrarán las ruinas de unas 50 fortalezas perdidas, las más valiosas del antiguo imperio Khwarezm.
Es el caso de la fortaleza de Toprak-Kala, la joya de la antigua Khorezm, que fue residencia del rey del imperio persa Khwarezm desde el siglo I d.C. Está custodiada por la fortaleza Kyzyl-Kala (siglo X), ciudad comercial fortificada en la antigua Carretera Vespertina. Se dice que Toprak-Kala y Kyzyl-Kala están conectadas por un pasaje subterráneo.
Por otro lado está la fortaleza de Ayaz Kala (siglo II), que se sitúa sobre un montículo dominando el desierto.
Cementerio de barcos de Muynaq
El cementerio de barcos de Muynaq se encuentra en el antiguo Mar de Aral, que era el cuarto lago más grande del mundo antes de que desaparecieran sus aguas. En él había puertos, como el de Muynaq, además de fábricas de pescado y barcos pesqueros, que son los que podemos visitar.
Aunque el aspecto de Muynaq ya no es el mismo, pues está rodeada de kilómetros de arena, pareciendo un auténtico desierto.
El cementerio de barcos de Muynaq está formado por una docena de embarcaciones y, junto a ellos, edificios relacionados con la industria pesquera que también se pueden visitar.
Las excursiones para visitar el cementerio de barcos de Muynaq incluyen muchas veces una vuelta en jeep por el Mar de Aral con una noche en una yurta, un albergue o en una tienda de campaña en el nuevo desierto de Aralkum.
Nukus
Nukus es la capital del Karakalpakistán, una república autónoma al oeste de Uzbekistán, un lugar desolado del desierto de Kyzylkum al que llegó Igor Savistky en 1950 para participar como dibujante en las excavaciones de los restos de la cultura khwarezm. Pasó años en Nukus coleccionando obras de arte de artistas de vanguardia ejecutados o deportados a los gulags, con lo que se constituyó el Museo de Bellas Artes.
Este alberga la colección más importante del mundo de arte ruso de vanguardia después del de San Petersburgo, con más de 90 mil obras.
Bujará
Bujará es una de las ciudades más bellas de la Ruta de la Seda, otra ciudad museo situada en el corazón del desierto de Kyzylkum. Buxara, el “lugar feliz”, alcanzó su apogeo en el siglo X con el reinado de los samánidas, un imperio que cubría Irán, Afganistán y Uzbekistán. Una época en la que Bujará atraía a arquitectos, artistas, poetas, científicos,…mientras Occidente atravesaba una era oscura.
Su casco antiguo es un laberinto de calles estrechas con monumentos magníficamente conservados, jardines y parques. Posee más de 350 mezquitas y 100 madrazas. Entre los tesoros de Bujará se encuentran: el complejo Poi-Kalon, la ciudadela del Arca, el mausoleo samánida, la mezquita de Bolo Khaouz, el palacio de la luna y las estrellas (Sitorai-i-Mokhi Khosa), las cúpulas de los comerciantes,…
Qué ver en Bujará
Ciudadela del Arca
En el corazón de Bujará se encuentra la gran Ciudadela del Arca, una antigua fortaleza construida en el siglo V, aunque reconstruida varias veces. En ella hay una bellísima mezquita con vistas panorámicas de la ciudad de Bujará.
El mausoleo samánida
Se trata de uno de los monumentos más antiguos de Asia Central, y el único de la época de la dinastía samánida que reinó en los siglos IX y X. Además, es el primer ejemplo de mausoleo koubba que inspirará la arquitectura persa e islámica a lo largo del tiempo. A pesar de su pequeño tamaño, es una obra maestra arquitectónica de finales del siglo IX con un gran valor histórico.
Mezquita Poi Kalyan
Este inmenso conjunto arquitectónico religioso del siglo XII está formado por la mezquita Kalan, el minarete Kalan (símbolo de Bukhara) y la madraza árabe Mir-i. Aunque, excepto el minarete que resistió terremotos, incendios e invasiones, sufrió varias destrucciones y reconstrucciones.
El palacio de verano de Bujará
La residencia de verano de los últimos emires de Bujará es conocido por el nombre de Palacio Sitoraï Mokhi Khossa. Las estructuras principales se construyeron durante el reinado del último Emir Al-Bukhara a principios del siglo XX. Hoy alberga el Museo de Artes Decorativas y Aplicadas de Bujará.
Tchor Minor, símbolo de Bujará
El Tchor Minor son cuatro minaretes con cúpulas azul turquesa que decoran las esquinas de una madraza, cada uno de los cuales tiene una forma diferente.
Termez
Termez se encuentra fuera de las rutas turísticas, aunque siempre ha sido una escala imprescindible en la Ruta de la Seda. La carretera de Samarcanda a Termez es magnífica, una oportunidad para descubrir paisajes espectaculares y un pueblo interesante.
Termez está situada a orillas del río Amu Darya, marcando la frontera con Afganistán. Allí se puede visitar uno de los pocos monasterios budistas del país: el monasterio de Fayaz Tepa, ya que antes de la destrucción de Termez por Genghis Khan en 1220, el budismo tenía un papel considerable.
Qué ver en Termez
Visita la Tepa de Fayaz
La visita del sitio arqueológico de Fayaz Tepa nos lleva a conocer los restos del monasterio budista situado cerca de Termez, donde se descubrieron esculturas y frescos conservados en los museos de historia de Termez y Tashkent.
Mausoleo del Sultán Saodat
Sultan Saodat es un impresionante complejo arquitectónico, con mausoleos y mezquitas bellamente decoradas con mosaicos y cerámicas.
Museo Arqueológico de Termez
Se trata del único museo arqueológico de Uzbekistán, fundado en 2001, que posee más de 76 mil objetos de los que se exponen 5000. Por otra parte, tiene una biblioteca con 16 mil libros únicos y publicaciones en persa y árabe.
El valle de Ferganá y su artesanía UNESCO
El valle de Ferganá es una de las regiones más fértiles de Uzbekistán, por tanto de las más pobladas de Asia Central. Rodeado por las montañas Tian Shan y atravesado por los ríos Syr Darya y Naryn, el valle de Ferganá se ubica en las antiguas rutas de caravanas que unían China con Asia Central, lo que propició la prosperidad de los reinos y la construcción de magníficos sitios históricos.
La espectacular carretera que atraviesa el paso de Kamchik para llegar al valle desde Tashkent, nos regala un paisaje fascinante en el que se divisa el Himalaya. Una escala en el centro religioso de Kokand – antigua residencia de Genghis Khan – que alberga un magnífico palacio y numerosas madrazas y mezquitas. Y Margilan, famosa por sus artesanía de alfombras y tejidos, en particular khan-atlas.
Además, el Valle de Ferganá es una escala para viajar al país vecino de Kirguistán.
Ferganá
En Ferganá, capital del Valle fundada en 1876, se puede visitar el teatro nacional, pasear por la calle peatonal Moustakillik (Independencia) y el parque Al Fergani, dedicado a la memoria del famoso astrónomo del siglo IX.
Margilán
Margilán es otra de las ciudades del Valle de Ferganá y una de las ciudades más antiguas de Uzbekistán, conocida por su excelente producción de seda. La “seda real” (khan-atlas) de la fábrica de seda “Yodgorlik» hecha a mano se ha hecho famosa en todo el mundo. Se puede asistir al proceso de fabricación y adquirir magníficos tejidos de seda natural.
Palacio Kokand
El Palacio de Kokand – hogar del último gobernante de la ciudad – es el más grande de Asia Central con siete patios y 119 habitaciones, de las que quedan sólo 21. Su decoración colorida nos recuerda a los palacios de los cuentos orientales. Por otra parte, el palacio de Kokand alberga un museo sobre la historia de Kokand y del Valle de Ferganá.
Qué hacer en Uzbekistán
Montañas de Nourata
La cordillera de Nourata situada al norte de Samarcanda, cerca del desierto Kyzylkum, está dominado por el monte Khayatbashi (2169 m.). En sus pueblos (Ashraf, Uhum, Sentob y Hayat) se promueve el etnoturismo y el ecoturismo, con alojamientos en casas de huéspedes, que permite descubrir su naturaleza preservada y conocer la vida local. Un viaje a una zona lejos del bullicio de las grandes ciudades.
Descubrir la vida tradicional en el pueblo de Sentob
El pueblo de Sentob, situado a 30 km del lago Aydar, que ha conservado un modo de vida tradicional. Se puede participar en la vida diaria de la población local elaborando pan tradicional, asistiendo a una boda entre otras actividades.
Pasar una noche en una yurta cerca del lago Aydar
Otra de las actividades que se pueden hacer en el territorio de las montañas de Nourata es pasar una noche en una yurta cerca del lago Aydar y pasar una velada junto al fuego.
El lago Aydar, conocido como “el mar turquesa en la arena” es un lago artificial situado en el desierto de Kyzylkoum. En este entorno se pueden observar muchas aves, pescar, pasear en camello, hacer senderismo, dar un paseo en jeep,…
A pocos kilómetros del lago Aydar hay yurtas tradicionales, donde se puede dormir y pasar una velada al calor del fuego mientras escuchamos canciones populares. Una oportunidad para conocer más sobre la cultura nómada de Uzbekistán.
Viajes organizados a Uzbekistán
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