Montenegro es uno de los países menos conocidos de los Balcanes, y por ende de la antigua Yugoslavia, y esta es la razón por la que ofrece mil oportunidades al viajero. Su naturaleza esconde rincones aún poco transitados de esa Europa que a veces parece un hormiguero de turistas, y que sin embargo en los entornos naturales de Montenegro como el lago Skadar, el Parque Durmitor o la bahía de Kotor nos ofrece rincones donde el silencio nos guía a unas vacaciones de relax.
Al mismo tiempo Montenegro se ha convertido en un destino turístico que en verano alegra las noches con festivales y mucha marcha en el centro veraniego de Budva, que empieza a poner al país en el foco de mucha gente joven que viene atraída por los precios más económicos y la diversión garantizada.
Para los que buscan tradición, historia y cultura, Montenegro nos sorprenderá con museos, centros históricos, propuestas enológicas y tradiciones milenarias que se palpan y se conservan gracias a las raíces montenegrinas que ni el paso de muchos conquistadores que se han disputado su territorio ha borrado.
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