Visita al pueblo medieval de Lauzerte, sur de Francia

El pueblo colgante de Lauzerte nos recibe con una neblina que crea un aura de misterio en torno a su paisaje de macizos calcáreos y valles en los que dominan los verdes y amarillos de árboles frutales y girasoles, y en poco tiempo seguro que el violeta de la lavanda. Construcciones insólitas como palomares, molinos y capillas aisladas aumentan el encanto de este rincón del sur de Francia. Es como una imagen incierta, ese pueblo medieval que surge de repente tras un bosque frondoso, asomando con sus torres y casas-muralla, como si la tierra estuviera levantándola para que la viéramos mejor. De noche la imagino iluminando los valles que la rodean, una lucerna en lo alto de lo que fue un oppidum galo. De ahí su poético nombre: “lucerna” en latín derivó en Lauzerte.

Su forma también es lírica, sitio fortificado, casas apretaditas que conforman una ciudad protegida por un castillo, lo que en francés se llama “castelnau”. Una forma que conserva desde finales del siglo XII, cuando el conde de Toulouse la recibió como donación y fundó esta ciudad estratégica desde el punto de vista económico, comerciante y rica, y etapa del Camino de Santiago de Compostela.

Todavía conserva hoy esas magníficas casas medievales que tuvimos el privilegio de admirar en una ruta guiada por el amabilísimo William, de la Oficina de Turismo, que nos contó los secretos que se encuentran detrás de estos muros. Comenzamos el día tomando un café en la bella plaza principal, Place des Cornières, sintiendo desde un primer momento la acogida calurosa de nuestro guía, que nos presentó su pueblo desde uno de sus lugares estratégicos, lugar lleno de vida dentro de la comunidad. Una plaza que nos recuerda a la Montauban que visitamos estos días, una de las más bellas plazas medievales que conocimos. Rodeada de arcadas y soportales, casas de los siglos XV a XVIII, que podemos admirar desde nuestro lugar privilegiado en la terraza de uno de los cafés más activos de Lauzerte (conciertos, exposiciones, lugar de reunión,…).

Es fácil comprender el título “Plus Beaux Villages de France” que recibió este pueblo situado en corazón del Querzy. Uno de los pueblos más bellos de Francia por su magnífico patrimonio, su arquitectura y el entorno en el que se encuentra. Y ese certificado no será difícil de conservar viendo la labor y el dinamismo del ayuntamiento y de la Oficina de Turismo de Lauzerte.

Lauzerte, otro de los pueblos del Tarn-et-Garonne que ha conseguido este sello de calidad, como Auvillar (también situado en el Camino de Santiago) y Bruniquel. Los tres están en la ruta por el Tarn-et-Garonne que, como viajeros giroscópicos, realizamos a finales de primavera gracias al interesante trabajo de promoción realizado por la Oficina de Turismo de este magnífico departamento del sur de Francia.

Recorriendo las calles de la villa fortificada de Lauzerte

Magnífico ejemplo de arquitectura medieval, la villa fortificada de Lauzerte se organiza en torno a la plaza des Cornières y de la bella iglesia de St-Barthélemy. Nuestro guía nos lleva por dos de las calles principales, la Grand Rue y la Rue de la Garrigue, donde podemos ver impresionantes casas de comerciantes de piedra blanca de los siglos XIII y XIV, épocas de oro del comercio en Lauzerte, cuando era el granero de la ciudad de Cahors. El estado de conservación de las casas es muy bueno, y la belleza del conjunto indiscutible.

La otra arteria principal de la ciudad fortificada de Lauzerte es la calle del ayuntamiento y la calle del castillo, donde también podemos admirar viviendas del siglo XVIII, con vestigios medievales. El antiguo castillo ya no está en la plaza que lleva su nombre, pero podemos observar el lugar estratégico y defensivo que ocupaba la ciudad fortificada.

El arte en las calles de Lauzerte

En las casas de la ciudad medieval de Lauzerte cuelgan figuras de hierro forjado que llaman nuestra atención. Nuestro guía nos cuenta que un antiguo “ferronier d’art”, un maestro del arte del hierro, Sylvain Soligon, creó estas magníficas obras de arte. La tradición continúa con su hijo y otros artistas. Nos topamos pues a lo largo de nuestra visita por Lauzerte con estos originales emblemas que alegran el pueblo: indicativos de bistrots, un hombre con un compás, un gallo y un gato (veterinario), una veleta para la Oficina de Turismo,…Y uno de los más originales: el emblema de los 3 capuchinos, ya que se representa un moje capuchino con una cuchara que se llama capuchino, así como la liebre que hay bajo su silla.

No son las únicas muestras de arte que adornan los rincones del pueblo de Lauzerte. Nos impresiona ver la propia villa fortificada en una obra de cerámica situada en el patio del ayuntamiento. William nos habla del autor, Jacques Buchholtz, que decía que “un poeta debe dejar huellas de su paso, pero no pruebas. Sólo las huellas hacen soñar”. Y ciertamente nos quedamos en un estado de ensoñación mirando su obra en ese solitario patio que mira al paisaje de colores, con hebras de niebla que flotan todavía en el aire. Encontramos aún alguna de su obras que también rinden homenaje al desaparecido artista, como los nombres de las calles o las 51 placas en gres que se encuentran en la Barbacana.

Entramos con nuestro guía a una antigua casona hoy convertida en galería de arte, donde nos recibe con una sonrisa la encargada y nos permite entrar en una bella exposición de esculturas y de cuadros. Una muestra más del dinamismo cultural de este pequeño pueblo del sur de Francia.

Lauzerte en el Camino de Santiago

Lauzerte ha sido una de las paradas en el Camino de Santiago de Compostela, así como otras dos localidades del Tarn-et-Garonne que también tuvimos oportunidad de visitar: Moissac y Auvillar. Durante nuestra visita a Lauzerte podemos ver algunos peregrinos que llegan seguramente de uno de los senderos de Gran Recorrido de la Red Europea, el GR65, que atraviesa unos 53 km del Tarn-et-Garonne. El GR65 coincide con la Via Podiensis (el Camino de Le Puy), una de las rutas del Camino de Santiago, “primer itinerario cultural europeo”, inscrito en el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Además, Lauzerte ha creado el magnífico Jardín del Peregrino, situado en un lugar con vistas panorámicas privilegiadas del paisaje del entorno. En él hay un recorrido iniciático del peregrinaje de Santiago de Compostela, es como un juego de la oca: hay un sendero con casillas y paneles numerados. Los jugadores pueden ir desplazándose y siguiendo las etapas del recorrido cotidiano de un peregrino por el Camino de Santiago.

La plaza medieval de Lauzerte cierra el círculo de nuestra visita

Nuestro guía nos muestra al final las casas que eran vivienda y muralla al mismo tiempo. Tuvimos la oportunidad de entrar en el sótano de una de ellas, y la arquitectura interior es magnífica, con un enorme espacio abovedado que hacía las veces de almacén.

Y de nuevo volvemos a encontrarnos en esa magnífica plaza de soportales, donde nos habíamos encontrado temprano por la mañana con nuestro guía. El círculo de nuestra visita se cierra donde había comenzado. Recorremos la plaza medieval que ahora está menos desierta, la gente comienza a tomarse su tiempo en los cafés y restaurantes para disfrutar de la belleza de lo que les rodea.

Nos encontramos con una sorpresa más, es como si un pedazo de suelo se hubiera levantado por un terremoto. Es todo un misterio, por más que pensamos, no sabemos a qué puede deberse que delante de la iglesia de St-Barthélemy la gente pueda darse un tremendo tropezón. Nuestro sonriente guía nos desvela el misterio: de nuevo el querido Jacques Buchholtz quiso dejar una huella en Lauzerte que hiciera soñar: grandes adoquines de gres y una estructura de cemento armado. Según sus palabras, ciertamente también de poeta, se trata de “un cuadrado mineral levantado en una esquina, como si el viento se levantara haciendo que el suelo encontrara nuevos matices (…); levantado en una esquina como subiendo al cielo. Una llamada hacia otros sueños, un trampolín hacia lo sobrenatural. Hay que saber dejarse llevar y simplemente sentir la emoción”.

La plaza se llena repentinamente de poesía, recorremos cada edificio, cada casa medieval con esas fachadas entramadas (“à colombages”), mientras el sol comienza a salir con fuerza. Seguimos las callejuelas que nos llevan fuera de la villa fortificada de Lauzerte, contentos por haber descubierto un tesoro en el corazón del Tarn-et-Garonne, un pueblo con vida propia, que ilumina con fuerza el valle de colores.

Cómo llegar a Lauzerte

Lauzerte está en el departamento del Tarn-et-Garonne. Está a 1h20 de Toulouse por la autopista A 62, Lauzerte está a 1h20. Y a27,5 km (38 minutos en coche) de la ciudad de Montauban por las carreteras D927 y D2.

Agradecimientos

Gracias a la Oficina de Turismo Tarn et Garonne por este magnífico Press Trip que organizó por este bello departamento de Francia para los miembros de El Giróscopo Viajero.

Gracias también a la Oficina de Turismo del Quercy sud ouest por su labor de promoción de este bello rincón del Tarn-et-Garonne; especialmente a William por su amabilidad y acogida.