Turismo por Alcalá de Henares, hogar del saber de mentes ilustres

Alcalá de Henares es la ciudad que vio nacer a Cervantes, personaje ilustre que se percibe en cada recoveco y que al galope suave de uno de sus personajes más emblemáticos, “El Quijote”, nos acompaña en éste recorrido en el que hay mucho por descubrir de ésta interesante ciudad que se halla a tan sólo unos kilómetros del bullicio de Madrid.

La figura de Cervantes como símbolo de Alcalá de Henares
La figura de Cervantes como símbolo de Alcalá de Henares

Para situarnos en contexto, en Alcalá de Henares convergen los vestigios del paso humano de distintas culturas. Basta con darse una vuelta al Museo Arqueológico Regional, donde podemos hallar la historia de los primeros pobladores de la zona y que se remonta a la época prehistórica. Después con el asentamiento romano conocido como “Complutum” –de donde proviene el nombre de la Universidad Complutense y de ahí que haya cierta disputa entre Madrid y Alcalá por la pertenencia del título-. Y más tarde con los musulmanes y el amurallado que utilizaron como enclave defensivo contra los cristianos, al que se le conoció como Al-Qalat-Nahar, de donde se intuye deriva el nombre de Alcalá.

Cuando al fin los cristianos en el siglo X conquistaron éste terruño perteneciente al poderío musulmán, pronto se convirtió en un punto neurálgico de comercio, con un importante mercado comarcal y con la concesión de la celebración de una feria anual; esto trajo consigo un creciente flujo de la población, entre los que se contaban una gran cantidad de judíos. Durante éste periodo hubo convivencia pacífica entre musulmanes, judíos y cristianos.

Vista de la Plaza de Cervantes desde la torre
Vista de la Plaza de Cervantes desde la torre

Nuestra visita inicia en la plaza central de Alcalá de Henares, bajo el cobijo de la gran sombra de la figura de Cervantes, que da nombre a la explanada. En torno a ella podemos encontrar en toda la herradura de edificios, porticados que servían para la venta y almacén de mercancías, así como también a lo largo de la extensa Calle Mayor -una de las más largas de España de su condición soportalada-, que comunica la antigua plaza del mercado con la Plaza de los Santos Niños, donde se erige la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor, a quienes se les bautizó como los “santos niños” porque según la leyenda en la época de la Gran persecución de Diocleciano, un par de niños de apenas escasos siete y nueve años de edad se convirtieron en mártires tras la reticencia a renegar del cristianismo.

El templo original es destruido cuando se sucede la reconquista musulmana, para más tarde, al recobrar los cristianos territorio, ser reconstruida. Aunque durante la Guerra Civil Española sufriera de nuevo daños al ser incendiada en 1936, después de la sublevación franquista, con la perdida definitiva del coro y graves daños en el Retablo Mayor.

Catedral Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor
Catedral Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor en Alcalá de Henares

Mismo destino sufrió la Iglesia de Santa María de Alcalá, que se halla justo detrás del inicio de nuestra visita, en la parte sur de la Plaza de Cervantes y que hoy sólo podemos intuir por los esbozos de cimientos que trazan el perímetro de lo que fuera la Iglesia.

Le sobrevive gracias a la reconstrucción, la Capilla del Oidor, que resguarda la pila bautismal donde se bautizó a Miguel de Cervantes, así como su fe de bautizo, y donde podemos apreciar también algunos arcos de estilo mudéjar de lo que fuera la iglesia, así como el Centro de Interpretación “ Universos de Cervantes” .

Arco mudéjar de la Capilla del Oidor
Arco mudéjar de la Capilla del Oidor

A un costado de la Capilla de Oidor, se alza inmensa la Torre campanario de la antigua iglesia, con 109 escalones por ascender, que merece la pena al regalarnos una de las mejores vistas de todo Alcalá de Henares y desde donde podemos admirar las muchas torres que componen el “skyline” de la ciudad de distintos estilos y épocas.

También es un importante refugio de nidificación para la gran población de cigüeñas que vive en Alcalá de Henares y que son parte del día a día, como respetados miembros de la comunidad, por lo que en temporada de cría, se restringe el acceso para protección de la especie.

En lo alto de la torre con buenas letras pendiendo sobre nuestras cabezas
En lo alto de la torre con buenas letras pendiendo sobre nuestras cabezas

Es interesante la posibilidad de hacer turismo ornitológico ya que se tienen censados más de 100 nidos por la cantidad de torres y edificios que les sirven de cobijo a sus crías. Algunas de los mayores nidos se encuentran en los alrededores del Parque del arzobispado, sobre las ruinas de lo que fuera parte del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares, que sufriera un grave incendio en el año de 1939.

El Palacio Arzobispal refleja el gran poder que ostentaban los representantes de la Iglesia en Alcalá de Henares. Ya sólo la fachada, obra de Alonso de Covarrubias representa la opulencia clerical, equiparable a la monárquica.

Aquí tuvo lugar un simple pero trascendental momento histórico, el primer encuentro entre Colón y la reina Isabel la Católica, que servirá a la postre como nacimiento del proyecto de conquista de América. Anexo está el Monasterio Cisterciense de San Bernardo, al que accedemos a través de la Plaza de las Bernardas. 

Palacio Arzobispal
Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares

Alrededor del Palacio, aún se puede ver parte de las murallas e incluso, una de las puertas del recinto fue sustituida por un arco mandado a hacer por el Arzobispado de Toledo durante el reinado de Carlos III, conocida como la Puerta de Madrid y construida en 1788.

Y después de gran dosis de culturización, es justo hacer una parada en uno de los mesones con mejor renombre, la Casa Vieja, con su tradicional cocina castellana. Nos hicimos un menú del día entre platos de contundencia, nos dejamos envolver con la decoración interior de vigas de madera y camareros amables.

Guiños por toda la ciudad a Cervantes y su Quijote
Guiños por toda la ciudad a Cervantes y su Quijote

Ahora venía bien un paseo por la prolongada calle Mayor para bajar un poco la copiosa comilona y visitar la Museo Casa Natal de Cervantes, en la que naciera en 1547 y viviera escasos 4 años, antes de trasladarse con su familia a Valladolid y en donde se recrean espacios de la vida cotidiana de una familia acomodada del siglo XVI , ya que el padre de Cervantes se tiene constancia de que era un “sangrador” cirujano.

Lo que es interesante también, es que en el interior de una de las habitaciones se pueden observar restos del estuco de la antigua decoración de la casa. Así como algunos homenajes a su obra entre libros antiguos y recreaciones del Quijote de Cervantes. 

Aunque cabe hacer la mención de que, se dice que la puerta principal de la casa se hallaba en la Calle Imagen, al girar la esquina hacia la derecha, un vericueto que bien vale la pena recorrer, porque también encontraremos la casa donde nació Manuel Azaña, político –Presidente de Gobierno de la Segunda República- y escritor que, entre sus más conocidas obras destacan: “La velada de Benicarló” y los “Diarios” -una recopilación de sus vivencias privadas escritos a lo largo de tres décadas-.

Pasos avante también está el Convento Carmelita de la Concepción donde estuviera recluida como monja de clausura Luisa de Cervantes (hermana del escritor), conocida en la orden de las Carmelitas Descalzas como Sor Luisa de Belén hasta fallecimiento.

De vuelta a la Calle Mayor, nos damos el lujo de recorrerla sin prisas, ya que la tarde y la luz del sol que languidece acaricia las fachadas con un ligero tono dorado, pasamos por delante de la escultura de Quijote y Sancho para decirles un “hasta luego, compañeros y que el viento de lo molinos gigantes no os lleve”.

Quijote y Sancho como centinelas del Museo Casa Natal de Cervantes
Quijote y Sancho como centinelas del Museo Casa Natal de Cervantes

Y a un costado de la Casa Natal de Cervantes, nos percatamos de la presencia del Hospital de Antezana, que en época medieval y en esa antigua usanza, era más un refugio de cuarentena y convalecencia de los enfermos en situación paupérrima y aún hoy  sigue albergando a los más necesitados siendo actualmente una residencia de personas mayores sin recursos.

Es una casona típica castellana, donde se dice que también vivió el estudiante de la universidad, San Ignacio de Loyola, una curiosidad es encontrar en la cocina, donde él trabajaba, una silla labrada en una sola pieza de un tronco de madera, que aún se conserva intacta.

Continuando nuestros andares, en Calle Mayor nos gusta pasear los ojos entre los soportales de madera y las antiguas columnas de piedra del siglo XIV y XVI que aún conservan algo del colorido de la pintura que las recubría, si nos acercamos un poco podemos distinguir tonos rojizos y amarillos.

Columnas de piedra de época medieval que conservan la tintura
Columnas de piedra de época medieval que conservan la tintura

La calle fue construida sobre la lineal de lo que fuera la calzada romana hacia Complutum y hoy debido a la presencia de la comunidad judía asentada hacia el siglo II, podemos mirar las porticadas que se extienden a todo lo largo, -se dice que es la más antigua de Europa- y que fueron pensadas así, para colocar la vendimia a pie de calle; la planta superior era utilizada por ellos como vivienda. Algo singular, es que existían unas mirrillas en el piso para poder saber quién llamaba a la puerta sin necesidad de descender.

Nos dedicamos a andarla, descubriendo algunas obras de arte urbano y curiosidades del barrio de la judería, para llevar nuestros pasos hasta la Plaza Cervantes donde desemboca y visitar otro de los sitios más interesantes de Alcalá de Henares: el Corral de Comedia.

Infinita se extiende la Calle Mayor
Infinita se extiende la Calle Mayor

Su construcción data del siglo XVII, encargada a un carpintero de formación empírica y rudimentaria, comprendía un espacio para el entretenimiento del pueblo, ubicado en los patios vecinales, con el empedrado y el antiguo pozo, hoy recubiertos por una tarima de cristal y madera para que sean visibles.

Es impresionante la cantidad de historias que se cuentan tras sus vetustas columnas, al principio cuando era un corral típico a cielo abierto, se presentaban obras basadas en temáticas sociales, para todo tipo de público sin distinción, que incluían las vivencias del día a día y a cielo descubierto retumbaban seguramente la risas de los asistentes.

Recreando con nuestra imaginación podemos dibujar un ambiente popular y desenfadado, abarrotado de gente ávida de pasar un buen rato, sentados algunos apretujados los unos con los otros –labor de los “apretadores” que debían llenar el espacio al máximo hasta no caber un alfiler para que nadie quedase fuera-; los más favorecidos, utilizando los palcos de la planta superior; que estaba compuesto de pequeños cuartos contiguos y alguno incluso con puerta y cerradura para algún personaje importante o que no quería ser disturbado por miradas furtivas y de comidilla, como por ejemplo, alguna viuda que buscaba pasar desapercibida sin causar escándalo en el pueblo o el mismo Rey Felipe IV, quien se cotilleaba solía recibir visitas de compañía femenina, la más sonada, una de las actrices principales de elenco habitual. En la parte de atrás se hallaban mesones, por lo que era común comer mientras se disfrutaba del espectáculo.

Vigas de madera que aún sobreviven del Corral de Comedias
Vigas de madera que aún sobreviven del Corral de Comedias de Alcalá

Nos colamos al desván de tramoyas, para ver algún resto de capiteles de columnas romanas de Complutum y un par de vigas gastadas que aún se conservan de aquel corral de comedias medieval, así como la recreación de algunos instrumentos que se utilizaban para hacer efectos especiales.

Si curioseamos más y asomamos la cabeza por debajo, podemos ver el empedrado del antiguo patio vecinal y el sobresaliente de la boca del pozo.

El empedrado y el pozo aun se conservan debajo del teatro
El empedrado y el pozo aun se conservan debajo del teatro

Para mediados del siglo XVIII, fue reconvertido en un coliseo neoclásico, añadiendo un entramado de vigas en el techo, que además de reforzamiento estructural y mejora de acústica con el recubrimiento, se dice que también llegaron a servir como asientos para los más osados que disfrutaban desde las alturas el espectáculo. Una lámpara original de aquella época aún pende en el centro, donde antes ardían velas hoy la incandescencia de bombillas les sustituyen.

Su reconversión se llevó a cabo en gran medida por la demanda de entretenimiento, especialmente de los universitarios. Recordemos que Alcalá de Henares debe gran parte de su auge económico a la Universidad instituida por el Cardenal Cisneros, un personaje imprescindible de ésta ciudad y que quizás tenga mayor presencia e importancia histórica que el mismo Cervantes.

Lámpara
Lámpara del Corral de las Comedias

Para cerrar nuestro paseo histórico por el antiguo Corral de Comedias, después de su permuta a coliseo romano, se transformó en un teatro romántico y aún podemos hallar en el desván, trozos de estuco de los frescos que decoraban el cielo raso y para mediados del siglo XX se convirtió en cine, hasta que fue cerrado y poco a poco abandonado. No fue sino hasta la década de los 80 que un trío de estudiantes se dio a la tarea de investigar más acerca de éste edificio y desentrañar las capas de evidencia histórica de todos los usos que le fueron dados. Hoy restaurado y rescatado gracias a esos estudiantes, sigue siendo utilizado como centro de espectáculos.

Universidad Cisneriana

Uno de los baluartes de ésta bonita ciudad, Alcalá de Henares, es sin duda la Universidad Cisneriana, fundada en 1499 como dijimos antes por el Cardenal Cisneros y que coincide nuestra visita con el “Año de Cisneros” por el V Centenario de su muerte. Su objetivo era formar los eclesiásticos mejor preparados en temas teológicos, como los adoctrinados en dicha universidad y que servían en la Catedral, razón por la cual adquirió el titulo de Magistral.

Pronto alcanzó gran renombre y fue vista como una institución de excelencia académica, fue una de las más importantes en toda Europa, estudiantes provenientes de fuera de España acudían para formarse tras sus aulas, lo que por supuesto impulsó el motor económico de Alcalá de Henares.

Santo Tomás...
Patio en el interior de la Universidad de Alcalá de Henares

Cisneros creó sus propias leyes, la Universidad se regía bajo sus estatutos, lo que generaba cierto conflicto con el Consejo, antes de cruzar el umbral de tan ilustre recinto, nuestro guía nos hace hincapié en que esto se ve representado en las cadenas de la balaustrada, que reflejan el simbolismo que delimitaba la jurisdicción de la Universidad.

Adentrarse entre sus muros sobrecoge al ser conscientes de todo el saber que allí se ha concentrado, de los pasos de eruditos que fueron profesores y alumnos de ésta insigne Universidad.

El primer espacio que nos recibe es el Patio de Santo Tomás de Villanueva, quien nos observa desde lo alto con una escultura tallada en el extremo oeste de la arcada, le sigue el Patio de Filósofos o Continuos del que sólo se conserva parte de su estructura original y que además de albergar las aulas dedicadas al estudio de la Filosofía, también se halla la conocida “Puerta de los Burros”, por donde salían aquellos estudiantes desventurados que no lograban un aprobado y por último el Patio Trilingüe, en el que Cisneros fundó una escuela de hebreo, griego y latín, y que también albergaba los dormitorios de los estudiantes.

Patio de Filósofos o Continuos y la Puerta de los Burros
Patio de Filósofos o Continuos y la Puerta de los Burros

Y no podemos omitir el Paraninfo o Teatro Universitario donde se sucedían difíciles evaluaciones orales a los estudiantes conocidas como “Vejamen” –el nombre lo dice todo-, quienes eran increpados por tutor y examinador a un duro serial de preguntas y bajo el escrutinio de profesores y compañeros de aula, quienes no les hacían más fácil el trago amargo y se unían al ambiente del acto inquisitorio. A manera de reflexión personal, no por nada grandes mentes y personajes fueron egresados de ésta noble institución, como es el caso de Lope de Vega, Antonio de Nebrija, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Antonio Pérez, Francisco de Quevedo, por nombrar sólo algunos y que hoy se hallan rotulados en las paredes.

Tribuna donde eran examinados los estudiantes
Tribuna donde eran examinados los estudiantes

La sensación de grandeza que nos eriza, casi nos hace olvidar la belleza del recinto universitario; el techo con artesonados de estilo mudéjar de madera, el piso ataviado de cerámicas bien ornamentadas, los balcones, las molduras de la tribuna, ¡es una maravilla!. Y hoy en día se le sigue concediendo gran importancia ya que, cada 23 de abril se celebra la entrega del Premio Cervantes a personajes relevantes de todo el mundo, galardón que se otorga de las manos de los Reyes de España.

Uno de los recintos de la Universidad que maravilla es la Capilla de San Ildefonso, donde se halla el mausoleo de Cisneros, que no sus restos que reposan en la Catedral, ya que se comenta que el propio cardenal habría pedido ser sepultado de una manera mucho más modesta y en contravenenencia salta la vista la opulencia del sepulcro, hecho en mármol de Carrara con la figura tendida del religioso, mismo que presenta un leve daño debido al incendio en la iglesia que hizo que colapsara el techo sobre este, pero gracias a la resistencia y calidad del material con el que fue confeccionado pudo conservarse casi intacto. Los artistas de dicha obra fueron Bartolomeo Ordoñez y Domenico Francelli, aquellos que hicieron la tumba de los Reyes Católicos.

La iglesia es de una sola nave de un estilo gótico, mudéjar y renacentista, el techo es de una belleza remarcable, trabajado en madera y con acabados mudéjares.

Tumba del Cardenal Cisneros con el techo mudéjar de fondo
Tumba del Cardenal Cisneros con el techo mudéjar de fondo

Se agota ya el tiempo de nuestra visita y sentimos que estamos henchidos de saber, es difícil estar en Alcalá de Henares y no sentirse un poquito grande, contagiados de esa magnificencia que albergó ésta ciudad.

Nuestros andares nos llevan de vuelta a la estación de tren y a nuestro paso encontramos una joya más de Alcalá, el Palacio de Laredo construido en 1881, es imposible que su arquitectura pase desapercibida. Hoy acoge al Museo Visneriano, sus formas eclécticas nos parecen antesala del modernismo que luego veremos difuso por ciudades como Barcelona. No pudimos recorrer su interior, pero he ahí la perfecta excusa para volver a Alcalá de Henares y disfrutar de nuevamente de su agradable acogida.

Consejos

La visita a Alcalá de Henares bien merece dos días ya que si tenemos interés por conocer el Museo Arqueológico o llevar a cabo las rutas guiadas (históricas, literarias) que propone la Oficina de Turismo, un día se hace demasiado intenso para disfrutar de todo lo que se puede ver.

Este es un listado de lo que ver, y lo imprescindible de Alcalá de Henares:

  • – Universidad
  • – Plaza de Cervantes
  • – Calle Mayor
  • – Hospital de Antezana
  • – Calle de la Imagen
  • – Palacio arzobispal
  • – Museo Arqueológivo
  • – Ciudad romana de Complutum
  • – Murallas
  • – Corral de Comedias
  • – Capilla del Oidor
  • – Museo Casa Natal de Cervantes
  • – Palacio Laredo- Museo Cisneriano
  • Como llegar a Alcalá de Henares

La red de cercanías de Renfe permite conectar Atocha con Alcalá en apenas media hora. La estación de tren está a unos diez minutos andando de la Plaza Cervantes, donde podemos iniciar la ruta para conocer la ciudad.

Mapa de la Ciudad y Monumentos de Alcalá de Henares
Mapa de la Ciudad y Monumentos de Alcalá de Henares

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