Spotters, cazadores de aviones en el Mirador del aeropuerto del Prat de Barcelona

Admirando el descenso de aviones desde el mirador tubular

El Prat pertenece al municipio del Baix de Llobregat, una comarca catalana que se encuentra en la provincia de Barcelonay donde se encuentra uno de los aeropuertos más con mayor tráfico de Europa, El Prat de Llobregat.

En nuestra visita de prensa descubrimos que las maravillas de El Prat son muchas y que tiene un abanico amplio de ofertas turísticas para todos los gustos y edades, que van desde espacios naturales y playas de tonalidades turquesas, hasta interesantes vestigios históricos.

Todo esto en conjunto lo hace un sitio ideal de esparcimiento entre naturaleza, cultura y diversión para hacer una escapada de fin de semana o bien pasar un buen rato. Por ello resulta una opción excelente también para todos aquellos viajeros que tienen unas horitas entre conexión y conexión de vuelo y, ¡qué mejor manera de aprovechar el tiempo!

Y es que el aeropuerto de Barcelona, El Prat, tiene un tráfico aéreo muy importante gracias a la amplia red de conexiones que le hace un punto perfecto de llegada y partida hacia cientos de destinos, pero lo que pocos saben es que podemos ser espectadores de éste fantástico y peculiar ajetreo ¡y no precisamente desde las alturas!

¡Así es!, podemos disfrutar de éste espectáculo desde una serie de miradores de aviones que están a tan sólo unos cuantos metros de las pistas de aterrizaje y despegue.

Avión sobrevolando el delta del Llobregat
Avión sobrevolando el delta del Llobregat

Los tres puntos se encuentran repartidos estratégicamente. Aunque si bien es cierto, no tienes que llegar hasta uno de ellos para escuchar el rugido potente que antecede a su aparición, basta con dar un paseo por los “Espais Naturals” del Delta de Llobregat para ver cómo estos gigantescos pájaros con sus inmensas alas desplegadas se preparan para el descenso que parecería efectuarse sobre nuestras cabezas de tan cerca que se miran.

¡Cuidado! ¡Agacha la cabeza un poco! no vaya a ser que te despeine el tren de aterrizaje (nosotros lo hemos hecho por instinto y un poco de vanidad jeje)

1. Mirador tubular

Por si no fuera suficiente éste contacto tan cercano al andar por los caminos de los espacios naturales del Delta, a escasos pasos de la margen de la ría del Delta, se halla el mirador tubular. Resulta un buen punto fotográfico para admirar, no sólo el despegue y descenso de aviones, sino también la belleza del paisaje en esplendor y del pulular de las aves. Muy interesante para todos aquellos que gustan del turismo ornitológico.

Desde aquí se puede observar una gran población y diversidad de ellas -oriundas y migrantes-  que no parecen mostrarse intimidadas por el tamaño de sus semejantes alígeros, muy por el contrario, los han arropado y aceptado cuasi congéneres y se les ve sumarse con naturalidad a la bandada de los aleteos continuos de sus parientes metálicas aladas.

Sin duda el contraste paisajístico que otorga ésta mezcla de componentes es más que peculiar. Inmersos entre magníficos parajes naturales, que albergan una exuberante fauna y flora nos adentramos a admirarlos ser pausadamente con una buena caminata

Cartel con los disntintos tipos de aviones que se pueden avistar

Para hacer la segunda parte de nuestro recorrido, la bici resultó un excelente medio, porque tanto los caminos rurales que conforman los espacios naturales del Delta de Llobregat, como las ciclovías –un circuito de aproximadamente 9 km-, están muy bien preparados para hacer distintas rutas -en su mayoría llanas y con muy poco desnivel, sin demasiada exigencia-. Así que valió la pena hacer un pequeño esfuerzo, además el ejercicio siempre viene bien y más al abrigo de la naturaleza.

A manera de aliciente para los menos entusiastas por el deporte, en el paseo encontraremos muchos puntos de interés ¡qué no se pueden perder! Por mencionar sólo algunos, además de los miradores de aviones, también podrán contemplar impresionantes construcciones que reposan a los pies de la playa del Prat como lo hace un antiguo Cuartel de Carabineros,  la «Casa del Semáforo», protagonista de las postales más emblemáticas del Prat -edificada en el siglo XIX para regular el tránsito marítimo-, cascarones de opulentas masías -hoy abandonadas algunas- y por supuesto, ¡una fantástica vista de la playa del Prat con sus tonalidades turquesas que destellan a la caricia del sol!, así como también algunos huertos de cultivo, de carácter recreativo que se extienden por el camino, mimados por los vecinos del Prat, entre muchas otras cosas que les contamos en ésta entrega anterior: Ruta en bici por el Delta del Llobregat.

2. Mirador tumbonas de piedra

Después de hacer éste lindo recorrido por las localizaciones antes mencionadas, nos dejamos guiar por el «fin del itinerario» que conduce a los aviones hacia las pistas de aterrizaje del Prat, donde se encuentra el mirador de los bancos de piedra. Uno de los mejores puntos de observación. Eso sí,  si tienes la espalda sensible, ya puedes cargar con un cojín para acomodarte plácidamente en éstos pétreos asientos a modo de tumbonas  que te permiten ver reclinado  el paso de los aviones a unos metros de la barriga. Sin duda, uno de los favoritos de los  “spotters” (aficionados a la caza fotográfica de aviones)  que se dedican a coleccionar el avistamiento de distintas compañía aéreas y modelos, además de otras singularidades. En un cartel cercano a los bancos, podemos hacernos una idea de los tipos de aviones que se pueden divisar. Quizás hasta puedas ayudar a la actualización de la gráfica si logras atrapar la imagen de uno poco frecuente.

¡Uy, qué me aterriza en la cabeza y yo sin darme cuenta! jeje

No es de extrañar por ello, que muchos vayan bien armados con prismáticos para verlos a detalle o que otros estén bien pertrechados con un buen equipo fotográfico para capturar el momento. Al resto, nos basta con tumbarnos y dejarnos envolver por el desfile aeronáutico que sucede cada poco y si hay suerte, cazar alguno al vuelo simulando pellizcarlo con un par de dedos, como si fuera de juguete jeje.

3. Mirador Palmerar

Por último y no menos importante, está el mirador Palmerar –construido en 2009-, es el más visitado por nuestros amigos «spotters» porque permite una increíble vista lateral de los aviones cuan largos son. Ya seas un fotógrafo «amateur» o profesional, en éste punto un trípode no viene nada mal para captarlos con la mayor nitidez y conviene también estar bien preparado con el botón de disparo para conseguir fotozas.

Desde el Mirador Palmerar las vistas son realmente espectaculares y se pueden obtener fotos geniales

Seas o no un fanático de la caza de aviones, es una experiencia que no te dejará indiferente y que además ¡es apta para todos! Los niños se quedan mirando con unas caritas de curiosidad y enormes sonrisas al ver pasar los aviones. Yo misma volví a sentir a mi niña interior emocionada, tanto que tengo muchas ganas de volver para tumbarme a mis anchas y cuando escuche el «graznido» estruendoso que avisa la llegada de los pájaros metálicos, abrir los brazos e imaginar que alzo el vuelo a la par que ellos oteando desde lo alto toda la panorámica magnificencia del Prat con sus muchos espacios naturales.

Por cierto, si el hambre aprieta tienen muy buenas opciones a considerar en los chiringuitos que se extienden por la playa o bien, montar un buen picnic con el majestuoso escenario de la naturaleza (no olviden recoger su basurita).

De cualquier forma, por si necesitan más información, pueden escribirnos al formulario o «in situ» encontrarán una oficina de turismo cerca del parking del «Vela El Prat», una escuela que ofrece un montón de actividades náuticas para lanzarse aventureros a la mar en catamarán, «patí catalá,» o hacer «windsurf», «paddle surf», «kayak», entre otras.

¿A qué mola mucho el Prat? ¡Tantas cosas por hacer y explorar! Con planes que se adaptan a todos los gustos y edades. Anótenlo en su agenda y ¡hagan una escapada, pero ya!

Cómo llegar a los miradores de aviones del Prat

Tren

Existen diferentes formas de llegar. Nosotros optamos por usar el tren, que es cómodo y rápido. Basta coger los trenes de cercanías de RENFE con dirección Aeropuerto. Una vez allí se puede ir andando, aunque la distancia desde la estación hasta el mirador es de aproximadamente 4 km. Algo a tener en cuenta, sobre todo si eres un pasajero haciendo escala en el aeropuerto y te animas a hacer una excursión en derredor.

Bus

Desde la estación de tren del Prat también puedes coger un bus  (L10, PR2 ó PR3) que te lleva hasta el mirador de aviones o desde la Terminal 1 del Aeropuerto la línea PR1 hacia Caldetes que te deja a tan sólo unos pasos del mirador. La frecuencia es de aproximadamente cada 30 minutos.

Desde Barcelona puedes coger los autobuses 65 y 165 que parten desde Plaza España.

Coche

Para llegar en automóvil es necesario tomar en direccion del Prat de Llobregat y una vez allí tomar la bifurcación que va hacia la playa y/o «Espais Naturals» del Delta, aquí hay un parking gratuito y después sólo hay que andar unos cuantos metros para llegar hasta el mirador tubular. El resto se verán en el camino de vuelta.

Agradecimientos

A nuestros amigos del Consorcio del Baix de Llobregat que siempre tienen joyas para mostrarnos y que nos encantan con su amabilidad y buena disposición en cada visita, especialmente a la maravillosa Noemí Lozano, siempre tan simpática y cordial, quien tiene a bien recibirnos con una sonrisa que nos hace sentir como en casa y que contagia el cariño que le guarda a su tierra.

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