Fin de semana bajo la nieve en la Sierra de la Demanda (Burgos). Casa Fresneda, una casa rural con encanto

En Fresneda de la Sierra Tirón es invierno. Llegamos a este pueblo de la provincia de Burgos, perteneciente a Castilla-León, pero rozando ya La Rioja, un fin de semana de invierno que anunciaba nieve. Subimos desde Ezcaray (La Rioja) por el puerto de Pradilla, para comenzar nuestro fin de semana disfrutando del paisaje de estas regiones de España.

El invierno siempre es un poco triste, los árboles están desnudos, los bosques pelados, la naturaleza duerme y carece de color. Quizás debimos escoger otra época para irnos de casa rural a la Sierra de la Demanda, a los pies de la cual se encuentra el pueblo que nos acogerá durante dos días: Fresneda.

Nuestro anfitrión, el dueño de Casa Fresneda, nos envió fotos de los magníficos paisajes de la Sierra de la Demanda en otoño. Este espectacular espacio natural protegido perteneciente a la Cordillera Ibérica, que se extiende por las provincias de la Rioja y Burgos, cubierto de bosques con la paleta de colores otoñales: rojos, naranjas, ocres y verdes. Imagino las estupendas rutas de senderismo que pueden hacerse en este período del año, entre las hayas centenarias con los mantos de hojas secas a sus pies. La primavera y el verano seguro que son también épocas estupendas para conocer el paisaje de Fresneda de la Sierra Tirón, el despertar y el esplendor de la naturaleza.

Hermosa la Sierra de la Demanda

Pero aquí estamos, con las temperaturas más bajas de principios de enero, parando en los miradores antes de llegar a Fresneda para fotografiar el pueblo desde las alturas. Se nos hielan las manos al sacar la cámara del frío que estamos sintiendo. Pero vale la pena la parada: allá abajo se ve Fresneda, pequeño y encantador, un pueblo de cuento.

Casa Fresneda: una casa rural llena de encanto

Al entrar en el pueblo atravesamos el puente sobre el río Tirón, y la primera casa que vemos es Casa Fresneda, la casa rural en la que nos alojaremos el fin de semana invitados por su entusiasta propietario. Allí está esperándonos para darnos la bienvenida en esta casa rústica a donde llegan muchos viajeros en busca de calma y el encanto del entorno natural de la Sierra de la Demanda. Se notan los 989 metros de altitud a los que se encuentra Fresneda de la Sierra, el frío es mayor ya lejos de Logroño (89 km) de donde venimos.

Casa Fresneda, una casa rural llena de encanto

Pero al atravesar el jardín de Casa Fresneda y entrar en uno de los apartamentos, nos sentimos como en casa al calor de la estufa de leña que ha encendido nuestro anfitrión Jesús María poco antes. Tan cálida bienvenida, y el aspecto de esta acogedora casa nos entusiasma, sabemos que vamos a sentirnos muy a gusto durante nuestra estancia en Casa Fresneda. Además Jesús María nos obsequia con varios manjares de la zona, lo cual agradecemos, ya que no sentimos deseos de salir de Fresneda en lo que queda de tarde, ni siquiera para acercarnos a algún restaurante de comida casera de la zona.

Charlamos un buen rato con nuestro anfitrión, que nos tiene preparada una ruta de senderismo para mañana con un guía de Ezcaray para visitar uno de los sitios naturales más espectaculares de la Sierra de la Demanda: el Pozo Negro, una hermosa laguna de origen glaciar que está a 1900 metros de altitud. Tras recomendarnos visitas a la fábrica de mantas Valgañón de Ezcaray, a las bodegas Vivanco (Briones), y por supuesto a las localidades de San Millán de la Cogolla y de Santo Domingo de Silos, Jesús María se despide de nosotros hasta otra ocasión.

Acogedora casa rural en Fresneda, Burgos

La Casa Fresneda está acondicionada estupendamente, con un cómodo salón-cocina, unas escaleras de caracol que llevan a dos pisos con habitaciones acogedoras con vistas al pueblo. Ya me imagino pasando un fin de semana en esta casa rural. Y si somos más, existe la posibilidad de hospedarse en el otro apartamento de Casa Fresneda, que es más grande. Además hay bicis para pasear por los alrededores o las rutas de senderismo de la zona.

Después de instalarnos, todavía tenemos tiempo para salir al pueblo y tomar algo en el bar que hay muy cerca de Casa Fresneda. Un bar de siempre donde se reúne la gente del pueblo a encontrarse con los vecinos. Aquí pasaremos algunas horas charlando y jugando a las cartas, como si el tiempo no pasara. A veces hace falta volver a esas actividades lejos de el ritmo frenético que nos impone el trabajo y el día a día, para parar el tiempo, y disfrutar sin prisas.

Ruta de senderismo bajo la nieve por los barrancos de Pozo Negro

Amanece en Casa Fresneda y se oye un silencio extraño, diferente, algo me dice que el paisaje está diferente a como lo dejamos la noche anterior al acostarnos. Me precipito a abrir la contraventana y de repente me invade aquella excitación que sentía de niña cuando mi padre nos llamaba a mí y a mis hermanos para que corriéramos a las ventanas a ver la nieve. Los tejados del pueblo de Fresneda de la Sierra están blancos y la nieve continúa cayendo a su ritmo, suavemente, sin hacer ruido.

Nieva en la Sierra de la Demanda

Me quedo un buen rato, emocionada, helándome con placer para oír la nieve. Luego corro feliz a avisar a los demás, y recuerdo a mi padre y aquellos momentos inolvidables de excitación por ver la nieve en un lugar donde pocas veces caía. Era tan emocionante, igual que cuando nos llamaba en verano en la época de las fiestas del pueblo para ver la banda de música que desfilaba por las casas. La emoción que sentíamos era la misma.

Sabemos que nuestros planes del día van a cambiar, ya que no podremos subir al Pozo Negro, uno de los lugares naturales emblemáticos de la Sierra de la Demanda, ya que el terreno estará más resbaladizo y peligroso. Pero el hecho de que esté todo nevado y la ilusión de hacer una ruta de senderismo por la nieve por un paisaje desconocido para nosotros, nos entusiasma.

Ruta por la Sierra de la Demanda

En seguida llega Dani puntual e ilusionado por la nieve, se ve que sintió lo mismo que nosotros por la mañana al ver los tejados de Ezcaray todos nevados. Además, para él, guía de montaña e instructor de esquí, la nieve es muy importante, y hasta el momento no había nevado demasiado.

Dani nos explica, tal y como nos temíamos, que no podemos hacer la ruta de senderismo prevista para llegar al Pozo Negro. Pero en su lugar nos ha preparado una interesante ruta circular por los barrancos de Pozo Negro y Zarzabala, con la visita al gran Tejo de Fresneda. Suena todo tan bien, pena que un miembro del equipo no se sienta con fuerzas para llevar a cabo esta ruta, las gripes de este año están siendo fuertes.

Nos preparamos para la caminata por la nieve, bien abrigados para pasar la mañana por los bosques de Fresneda. Nos encaminamos en el vehículo de nuestro guía por una pista situada a la derecha después del puente sobre el río Tirón, que nos introduce en el valle del alto Tirón. A unos 5 kilómetros se encuentra el punto de partida de nuestra ruta: el refugio Tres aguas, punto de confluencia de diferentes arroyos del río Tirón, Zarzabala y Rehoyo.

Nieve reciente en la Sierra de la Demanda

Con la nieve está todo tan bonito, comenzamos a andar y una fuerza interior nos impulsa a caminar con ganas y unas sonrisas resplandecientes. Charlamos con Dani, que nos habla entusiasmado de su trabajo, mientras miramos el paisaje nevado a nuestro alrededor. Aprendemos muchas cosas básicas de nuestro guía, ya que es experto en orientación básica, seguridad en montaña, autorrescate en avalanchas, …Sólo el miembro senior del equipo de El Giróscopo Viajero tiene cierta experiencia en la nieve. Los demás viajeros giroscópicos apenas tenemos nociones de principiantes. Por eso, todo lo que comenta Dani nos parece muy interesante.

El manto blanco que nos rodea está salpicado de rojo, es extraño, no podemos imaginarnos qué serán esas pequeñas bolas rojas que nos recuerdan a las de los acebos. Nuestro guía nos explica que son Serbal de los cazadores, hermosos árboles que no conocíamos. Le dan un toque de color al blanco que nos rodea.

La belleza roja del Serbal de los cazadores

A medida que avanzamos, subimos en altura y la nieve cae con mucha fuerza por momentos. Nos mojamos, pero no nos importa, caminar bajo la nieve es algo tan especial. Por momentos no vemos el paisaje, tanto que nieva, y caminamos en silencio, escuchando como cae, se oyen los copos cayendo suavemente, precipitándose mansamente sobre nuestros rostros felices. Pisar la nieve reciente, tan limpia, sólo cruzada en algún tramo por huellas de animales salvajes, hace que nos fusionemos con el entorno natural, que nos sintamos más cerca de la naturaleza.

Supongo que esta quietud, este sosiego es lo que buscan muchos caminantes que vienen a pasar unos días a la Sierra de la Demanda. Buscan también estas espléndidas vistas que tenemos ahora ante nosotros, nos paramos unos instantes para contemplarlas sin prisa, sin tiempo.

Dani nos conduce por los barrancos de Pozo Negro y Zarzabala, atravesamos el río Tirón por puentes improvisados, troncos llenos de nieve, lo hacemos despacio, siguiendo las instrucciones de nuestro guía. Más arriba está el Pozo Negro, hoy inalcanzable, habrá que volver algún día para verlo de cerca. Somos conscientes de que nos quedarán muchas cosas por ver, pero nos gusta pensar que volveremos a la Sierra de la Demanda.

Atravesando puentes improvisados cubiertos de nieve

Seguimos la ruta circular, el sendero flanqueado de hayas despojadas de follaje, pero no de encanto. Dani nos ofrece hayucos, el fruto de las hayas, nunca se me hubiera ocurrido probarlos, y resulta que son una delicia, con un sabor mezcla de almendra y avellana. Los hayucos, que también se conocen como “escaramujos”, son frutos secos con forma de tetraedro que recuerdan a las castañas porque están encerrados en una especie de erizo de picos blandos. Se recogen sobre todo en otoño, si no están muy tiernos pueden amargar, pero a nosotros no nos amargaron para nada, es más, nos dejaron un buen sabor de boca para el resto del camino.

Una parada para tomar un buen caldo, excelente idea de nuestro guía

Que se nos quitó solo cuando nuestro guía de montaña hizo un alto en el camino para que entrásemos en calor con un rico vaso de caldo, una buena idea cuando vas de ruta de senderismo por la nieve. Y una ocasión para seguir charlando, contar anécdotas y reírnos un rato.

El tejo milenario de Fresneda de la Sierra

Seguimos nuestro camino por la nieve reciente y de pronto allí lo vemos, hermoso, imponente, abrazado por la nieve, mágico: el tejo de Fresneda. En la casa rural había leído sobre él y tenía muchas ganas de conocerlo. Nos encaminamos por la empinada ladera del Barranco de los Chapatales, serios, solemnes, para encontrarnos con un ser vivo que nació hace más de mil años, que vivió y vio lo que no podemos ni imaginarnos.

El tejo milenario de Fresneda se alza imponente ante nosotros

Sabio testigo de nuestra historia, vio pasar caminantes como nosotros, y ahí nos espera, honesto, sencillo, como si no fuera una auténtica maravilla natural. Quizás no lo sabe. Es grande, hermoso, mide nada menos que 12 metros de altura y unos 2,26 de diámetro. Se le ve anciano, cansado, hueco por dentro, con un tronco hecho de múltiples ramas unidas bajo una inmensa copa. Pero sigue creciendo lentamente, y lo hará aún después de que nosotros dejemos de existir.

Inclinada ante extraordinario espécimen, le pido permiso para abrazarlo, y se deja encantado, silencioso. Me muestro cariñosa y al mismo tiempo respetuosa, me impone su presencia, y me complace el haberlo encontrado, me emociona también. Hemos tenido que alcanzar los 1500 metros de altitud para llegar al hermoso tejo de Fresneda.

Abrazados al tejo milenario de Fresneda. Algo mágico se desprende de su abrazo…

La soledad de los tejos me conmueve, es raro que formen bosquetes, siempre se hallan solos, como el tejo algo más joven que nos encontraremos más tarde. Algo mágico se desprende de esta soledad, de este aislamiento que nos envuelve mientras intentamos abarcarlo entre todos.

Dejamos atrás el magnífico tejo de Fresneda, un auténtico símbolo para los habitantes de la zona, que ya forma parte del patrimonio natural de la Sierra de la Demanda, un buen recuerdo para nosotros, quizás volvamos a encontrarlo en otra ocasión.

Nuestra ruta está terminándose, descendemos ahora desde el tejo milenario hacia el arroyo Zarzabala. Todavía improvisa Dani pasos para evitar que nos mojemos, intentamos no tocar la roca mojada para no resbalar, todo va bien, ni una caída. Caminamos hacia otro de los lugares más bonitos de la ruta: la Cascada de los Chapatales, que primero vemos desde arriba y después admiramos mejor siguiendo la orilla del arroyo hasta llegar hasta su base. En esta época del año la Cascada de los Chapatales es caudalosa, lo que la hace más bella.

La Cascada de los Chapatales, un bello rincón de parada obligatoria en nuestra ruta circular

Nos quedamos un buen rato, disfrutando de otro caldo caliente, escuchando el sonido de las aguas de la cascada contra las piedras. Es un lugar idílico, me lo imagino en verano, estupendo para refrescarse y darse un buen chapuzón. La nieve aumenta el encanto del lugar. Poco a poco vamos volviendo al punto de partida de nuestra ruta: el refugio Tres Aguas. Subimos al coche cansados y felices por haber hecho esta estupenda ruta circular de 9 kilómetros bajo la nieve.

Tarde en Valgañón y Ezcaray

Satisfechos, nos despedimos de Dani hasta la Feria internacional de turismo de Madrid (Fitur), donde volveremos a encontrarnos. Hambrientos, nos preparamos para ir a comer a la localidad de Valgañón, que se encuentra en dirección a Ezcaray. Nuestro guía nos recomendó tres restaurantes de comida casera donde sirven abundantemente.

Efectivamente, son restaurantes de toda la vida, mesones donde se puede comer por diez. Fabadas y cocidos de primero, pescados o carnes de segundos y unos deliciosos postres que, junto con el vino de la Rioja cercana hacen subir bastante el precio. Pero no negaremos que nos quedamos saciados.

Casi atardeciendo – es lo malo del invierno, que los días son todavía muy cortos y no dan para hacer mucho – llegamos a Ezcaray, un municipio ya de la Rioja, situado en el extremo occidental de la Sierra de la Demanda, en el curso alto del río Oja.

Soportales de Ezcaray

Paseamos por su casco antiguo, un magnífico conjunto lleno de palacios, plazas porticadas y soportales. Siempre me gustaron los soportales, los de Santiago de Compostela, los de Betanzos, los de Avilés,…las ciudades viejas con soportales tienen un encanto especial. Cuando llueve, o nieva como hoy, la gente se resguarda, se esconde bajo estas calles porticadas. También se protege cuando hace mucho calor en verano. Hacen las veces de paraguas y de parasol, y se encuentran a menudo bajo palacetes o soberbias casas de piedra. En Ezcaray admiramos muchas de estas casas con solera.

Por las calles de Ezcaray, La Rioja

El patrimonio arquitectónico de Ezcaray es considerable y muy bien cuidado. Paseamos por la Plaza de la Verdura, la Plaza del Quiosco antes de meternos en uno de los cafés que hay bajo los soportales, empujados por el frío. No quiero ni imaginarme el ambiente que habrá en verano, con la cantidad de bares con pinchos y vino de la Rioja que hay en Ezcaray, la juerga está asegurada. No olvidemos por supuesto la visita a las bodegas Vivanco, que ocupan un lugar de honor en el vino de la Rioja.

Despedida de Fresneda

Se agota nuestro tiempo en la Sierra de la Demanda. Todavía daremos al día siguiente un paseo por el pueblo de Fresneda para encaminarnos después hacia Burgos, para visitar otra ciudad, después de haber visto Logroño al inicio de nuestro fin de semana en La Rioja y Castilla-León. Un tranquilo paseo bajo la nieve por Fesneda, este pueblo de 100 habitantes con una interesante arquitectura rural tradicional, donde los entramados de madera y los sillares rojos son protagonistas. El lo alto del pueblo está la iglesia, las vistas del pueblo blanco nos conquistan.

Iglesia de Fresneda, silencio alrededor.
Iglesia de Fresneda, silencio alrededor.

El paisaje nevado nos acompañará todavía durante varios kilómetros. En el recuerdo, un fin de semana emocionante en una casa rural llena de encanto, las imágenes blancas del pueblo de Fresneda y de la Sierra de la Demanda.

Ahora sí estamos convencidos de que cualquier época del año es buena para visitar este rincón del norte de España. El paisaje de colores del otoño, el renacer de la naturaleza en primavera, la plenitud y el esplendor natural del verano, y el panorama nevado del invierno. En cualquier caso, Fresneda y la Sierra de la Demanda enamoran.

Arquitectura original de una casa de Fresneda

Agradecimientos

Agradecemos a Jesús María García de Casa Fresneda que nos haya brindado generosamente la posibilidad de conocer estos hermosos lugares, alojarnos en esta acogedora casa rural y hacer una ruta por la Sierra de la Demanda. Esperamos que muchos viajeros se alojen en este lugar lleno de encanto para disfrutar y pasar momentos de reposo y tranquilidad.

Agradecemos también a Daniel Arrea Sáez, guía de montaña en Danitguia, que nos haya guiado por la Sierra de la Demanda en una preciosa ruta por la nieve reciente. Esperamos que nuestros caminos se sigan cruzando en otras rutas, haciendo esquí o aprendiendo a orientarnos por la montaña. Que nuestra colaboración sea fructífera.

Actividades en la Sierra de la Demanda 

Con Danitguía es posible hacer todo tipo de actividades en la Sierra de la Demanda, Ezcaray,…pero también en otros lugares de la península como la Sierra de Gredos, Picos de Europa o Pirineos. Trekking, ascensiones, senderismo y rutas de montaña, excursiones en familia, raquetas de nieve, esquí, rutas en BTT. Además de cursos de orientación básica, progresión invernal, seguridad en montaña, iniciación a la escalada deportiva, iniciación al esquí de travesía, autorrescate en avalanchas,…

Rutas de senderismo por la Sierra de la Demanda

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    8 comentarios de “Fin de semana bajo la nieve en la Sierra de la Demanda (Burgos). Casa Fresneda, una casa rural con encanto

    1. Jesus Maria Garcia Esteban

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      Reply

      Muchas gracias Maria, Iñigo,Elbe y Jose por el relato muy descripitivo de vuestras experiencias en Casa Fresneda y su entorno natural, declarado Red Natura 2000, junto a Dani como guía de montaña.
      Ojalá podáis volver a realizar la segunda parte del programa : La subida a Pozo Negro ¡Hasta pronto!

      1. ¡Encantados Jesús María de haber descubierto la Sierra de la Demanda bajo la nieve, el pueblito de Fresneda y Casa Fresneda, una casa rural con mucho encanto! ¡Gracias por todo!. Esperamos subir a Pozo Negro algún día, quizás con paisaje otoñal o veraniego. Un saludo.

    2. Me ha encantado ver como habéis reflejado vuestro fin de semana por La Sierra de La Demanda.La verdad que pasamos una mañana genial disfrutando de un paisaje invernal espectacular y en buena compañía.
      Espero que haya otra ocasión para que sigáis descubriendo esta región con tantas posibilidades y estaré encantado de volver ser vuestro guía.
      Un saludo.

      1. ¡El placer fue nuestro Dani! Nos encantaría que fueras nuestro guía de nuevo en la Sierra de la Demanda, o tal vez en montañas más lejanas ;). Un saludo.

    3. Sierra Demanda Burgos

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      Reply

      Interesante articulo de la Sierra de la Demanda. Aprendo algo con cada web todos los días. Siempre es grato poder leer el contenido de otros bloggers. Me gustaría usar algo de tu post en mi web, naturalmente dejare un enlace , si no te importa. Gracias por compartir.

      1. Hola! Gracias por tus comentarios. Más que usar el contenido en tu web te animamos a que nos escribas y quizá podamos hacer un programa en vuestra radio sobre nuestra experiencia en la Sierra de la Demanda. Saludos!

    Escribe un comentario!! (Vamos...es gratis y nos hace ilusión saber que te ha parecido.