Edimburgo. Una caja de sorpresas como capital de Escocia

Julio Verne ya se nos adelantó exclamando aquello de que «Nunca espectáculo tan sobrecogedor conmovió a ojos tan ilusionados». Y es que Edimburgo recibe una cantidad de turismo que sorprende incluso sabiendo de antemano que es una de las ciudades monumentales más bellas de las islas británicas. El clima carente del sol y calor es ideal para los asiáticos, el ambiente jovial, cercano y nostálgico es un reclamo para los americanos, y el aura literario y misterioso es sin duda magnético para los viajeros europeos.

La Atenas del norte para los ilustrados, la ciudad de los fantasmas, la meca de los pubs. Es cierto que Edimburgo recibe muchos apodos para designarla, todos ellos justos o no ya forman parte de la piel que habita.

Edimburgo comenzaba siendo la primera etapa de nuestro Viaje por Escocia, y el desembarco desde el primer minuto ya nos hizo presuponer que tres días se nos iban a antojar insuficientes para palpar su fuerte latido.

Dicen que ante la imposibilidad de crecer extramuros Edimburgo creció a la alto, con una expansión premonitoria de los futuros rascacielos, que si bien es cierto que fue modesta (con edificios de cuatro o cinco plantas) al menos ya indico el camino a seguir a las urbes superpobladas. Uno de estos raros edificios, que aún permanece en pie (muchos sufrían continuos derrumbes) es Gladstone´s Land (del siglo XVI) en el 477b de Lawnmarket (uno de los tramos de la Royal Mille), que está abierta para conocer su interior.

Gladstone´s Land, uno de los "rascacielos" de Edimburgo
Gladstone´s Land, uno de los «rascacielos» de Edimburgo

Otra de las características aún visibles en el urbanismo local son los Close, callejones cubiertos que cruzaban perpendicularmente las principales calles como la Royal Mille. El submundo generado en estas estrechas calles era tal que por la noche se convertían en morada de la gente sin recursos. Algunos se hicieron célebres como el Mary King’s Close, y hoy se agolpan turistas en vez de mendigos.

La expansión de Edimburgo llegó con la creación del ensanche o New Town, ganando el terreno a la zona aledaña pantanosa de Nor’ Loch. Este crecimiento vino parejo al renacimiento económico, social y cultural que fomentó la aparición de una burguesía acaudalada.

Está muy presente el Edimburgo de los poetas y escritores, pertinaces creadores de historias que van desde sus hijos pródigos como Robert Louis Stevenson, autor de  La isla del tesoro o El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, o el impulsor de un nacionalismo romántico Walter Scott, cuyos títulos son clásicos de la literatura del XIX como  Ivanhoe o Rob Roy.

Frases de escritores frente al Museo de los escritores de Edimburgo
Frases de escritores frente al Museo de los escritores de Edimburgo

No es casualidad por tanto que la Unesco otorgara a Edimburgo el título de primera Ciudad de la Literatura del mundo en 2004, y que presuma de poseer un Museo dedicado a la figura de los escritores, el Writer’s Museum, oculto como la buena literatura en la plaza de Lady Stair’s Close.

La literatura se mezcla con la arquitectura y fisonomía de la ciudad con monumentos como el de Sir Walter Scott, emblema de la New Town. Pero no solo vive de autores clásicos -que nunca dejan de ser actuales-, ya que el fenómeno Harry Potter de J.K. Rowling, bebe mucho de Escocia y en concreto de  la magia de Edimburgo. Desde la mesa de la cafetería The Elephant House, Rowling entrelazó historia, mitos y lugares de la ciudad con las aventuras del mago juvenil.

La sombra del Inspector Rebus, el carismático personaje del escritor de novela negra Ian Rankin, o de los insaciables protagonistas de Trainspotting, libro de Irvine Welsh, permanecen vivos en las calles de Edimburgo. Esa pasión no es una pose, ni una moda. Las calles de la ciudad se llenan con los festivales literarios y las librerías gozan de muy buena salud entre un público que aprecia la lectura.

Otras veces es la inspiración que brota del asfalto la que lleva a crear parejas indisolubles como Sherlock Holmes y el doctor Watson, nacidos de las viviencias de  Arthur Conan Doyle, alumno en la facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo, y que tomó a su profesor Joseph Bell como inspiración del detective más sagaz y a su ayudante Patrick Heron Watson, como contrapunto. Elemental no?

Edimburgo en su contexto

Para conocer y aprovechar Edimburgo no está de más una dosis condensada de la historia de la capital escocesa, lo que nos permitirá deshilar el kilt que concentra la densa maraña que encierra mil y un encantos.

Casas en el centro de Edimburgo
Casas en el centro de Edimburgo

Que ver y hacer

Después del viaje a Escocia lo primero que pensamos al subir al avión fue que había que volver, y sobre todo retornar a visitar de nuevo Edimburgo. Pese a que estuvimos tres noches no pudimos conocer toda la propuesta de museos -gratis por cierto-; ni disfrutar de algunos barrios emblemáticos como Leight. Por eso nuestra selección de lugares para ver y propuestas para hacer se centra sobre todo en aquello que conocimos en primera persona.

Royal Mille

Pocos lugares condensan tanto que decir en tan poco espacio como la legendaria Royal Mille, que como un tobogán desciende desde el Castillo hasta morir en el Palacio de Holyroodhouse.

Nace en Castlehill y Castle Esplanade, y la alfombra de bienvenida se extiende encontrando la comercial Lawnmarket, High Street con la Catedral de St Giles, las estatuas del humanista David Hume, el poeta Walter Scott, el callejón (close) de Mary King’s  o la Mercat Cross, patíbulo donde llevaban a cabo ejecuciones sumarísimas.

Estatua en memoria del humanista y filósofo Hume
Estatua en memoria del humanista y filósofo Hume

En el tramo de la Royal Mille conocido como Lawnmarket se encuentra un carismático Pub que recuerda a una de las figuras más siniestras de la historia de Edimburgo, Deacon Brodie.

Deacon Brodie ciudadano ilustre… o no

Deacon -diácono- Brodie, William en realidad, podía haber quedado oculto en el pasado de Edimburgo como prohombre y ciudadano respetable y forjado así mismo como hábil hombre de negocios en el siglo XVIII. Como presidente de la Cámara de Comercio de Edinburgo y canciller de la ciudad, su aura respetable se empañó por completo cuando se descubrió que utilizaba sus conocimientos como cerrajero y fabricante de armarios con cajas fuerte, para desvalijar por la noche a los bancos y casas de ricos. Descubierta su artimaña fue capturado y ahorcado en Tolbooth, junto a la catedral.

Pub de Deacon Brodie
Pub de Deacon Brodie

La conmoción que causó en la sociedad de Edimburgo fue tal, que sobresaltaba temió que su seguridad no estaba garantizada ni por sus propios «guardianes», y especialmente por la desconocida doble vida de Deacon Brodie.

Para los que aún no hayan encontrado los paralelismos, Robert Louis Stevenson adaptó el dualismo de Deacon Brodie para dar forma al personaje de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. La novela es una de las primeras aproximaciones a la eterna discusión sobre el bien y el mal, y una honda crítica al mundo de las apariencias en una sociedad donde la imagen definía a …..

Catedral de St Giles

En un espacio abierto a lo largo de la Royal Mille se abre la plaza que alberga la Catedral de St Giles. Son muchas las razones para pararse a admirar la catedral, pero si queremos conocer y sintetizar en un edificio la historia de Escocia y Edimburgo, St Giles puede servirnos de guía cronológica.

Surgida a partir de las tesis calvinistas, la Reforma protestante en Escocia, comandada por su líder John Knox gestionó el germen de esta corriente religiosa que se consolidó en Escocia. También conocida como High Kirk of Edinburgh, St Giles se alza culminada por una cúpula al estilo de corona real.

Su construcción es del siglo XII, aunque la mayor parte de lo que se observa es fruto de la remodelación a fines del siglo XIV, y de la restauración ya en el siglo XIX. El patrón de San Giles era la advocación religiosa para los tullidos y enfermos de lepra.

No encontraremos un altar en St Giles, ya que se concibe como un espacio abierto. Del mismo modo no es una catedral (aunque lo fue durante dos breves periodos en el siglo XVII) ya que dentro de la Iglesia Escocesa no existe esa designación a los templos.

Catedral de St. Giles

El interior es una sucesión de altares y capillas patrocinadas por comerciantes y sus gremios a lo largo de los siglos, y como si fuera un libro abierto, las vidrieras relatan con su belleza colorida diferentes episodios de la historia de la ciudad.

Varios centenares de metros más abajo la Royal Mile alcanza Canongate, cuyas casas ya se mezclan con el resto de Edimburgo, pero que hasta mediados del XIX fue una población a las afueras de la ciudad. Jeffrey Street y St Mary Street siguen la forma del antiguo perímetro de las murallas. Pasando Canongate, la corta Abbey Strand desemboca finalmente en el  el Palacio de Holyroodhouse, final de la extensa Royal Mille.

Holyroodhouse, o Palacio de Holyrood, es residencia oficial de la Reina de Inglaterra en Escocia (además de su residencia estiva del castillo de Balmoral). Desde el siglo XVI los monarcas se trasladaron desde el castillo a esta nueva morada, más lujosa y refinada. Su visita recorre sus estancias repletas de muebles de época y ornamentos lujosos. Entre ellos destaca la Great Gallery con los retratos de las dinastías reales británicas, y como no la habitación de la célebre María Estuardo. Junto al palacio está la abadía Holyrood Abbey, conservada en ruinas para deleite de la nostalgia.

Castillo de Edimburgo

Flamante donde los haya, el castillo de Edimburgo luce como pocos sobre el peñón de roca de un volcán extinguido hace millones de años.

Es el monumento más visitado, superando el millón de viajeros al año. Su elevado precio queda compensado por la cantidad de cosas que se pueden ver en su interior siendo muy recomendable comprar la entrada previamente para evitar las colas y entrar directamente.

El Castillo de Edimburgo
El Castillo de Edimburgo

Alberga el Museo Nacional de la Guerra (National War Museum), el Museo del Regimiento Real de Escocia (Museum of The Royal Regiment for Scotland) y el del cuerpo de élite de los Dragones Reales (The Royal Scots Dragoon Guards Regimental Museum).

Según ascendemos encontramos Capilla de Santa Margarita en lo alto del castillo, secundada por el robusto cañón Mons Meg; Las Joyas de la Corona, conocidas como «Honours of Scotland» y la  «Piedra del Destino»; El memorial de los soldados escoceses caídos en todas las guerras y conflictos (Scottish National War Memorial);  Prisiones de guerra, un cementerio de perros de los soldados y como no una de las mejores vistas de Edimburgo, especialmente de la New Town y del antiguo centro amurallado.

Además si coincidimos la visita con la Una del mediodía, presenciaremos el Cañón de la una en punto, una salva tradicional que se hace de lunes a sábado. La amplia explanada de entrada parece pequeña durante el festival de agosto, cuando las gradas que se elevan crean un improvisado estadio que recuerda mucho al quidditch, el deporte preferido de Harry Potter. La visita al castillo es tan densa que mejor os lo contamos en un artículo totalmente dedicado a su historia.

Plazas y Pubs de Edimburgo

Por las tardes buscábamos descansar nuestras piernas en alguna de las animadas plazas de Edimburgo, como Grassmarket, un buen ejemplo para entender el carácter sociable y callejero de los escoceses. Otrora Grassmarket bullía con el ajetreo del mercado, o con las aglomeraciones en los días de ejecuciones. Un memorial circular recuerda el lugar donde se alzaba el patíbulo, y donde más de cien Covenantes fueron ajusticiados entre 1661 y 1688 .

Pero si hay una historia típica sobre las ejecuciones en GrassMarket es la de Maggie Dickson. Mujer de un marinero de Musselburgh  que la abandonó buscó una nueva vida trabajando en una posada. El romance que tuvo con el hijo del propietario la dejó embarazada. La desgracia hizo que su bebé naciera prematuramente muerto y cuando ella quiso tirar su cuerpo inerte al río, fue descubierta y acusada de asesinato y condenada a la horca en 1724. Después de tomarse un whiskey como última voluntad se procedió a su ejecución y posteriomente, cuando era transportada en una carreta al cementerio, se escucharon golpes dentro del ataúd.  Atónitos ante su «resurrección», decidieron volverla a colgar en GrassMarket, pero algunos presentes protestaron aludiendo a que no podía ser juzgada y ajusticiada por el mismo delito. Gracias a ello fue liberada y aunque el apodo de  «half-hangit Maggie» (medio colgada Maggie) le quedó para siempre, pudo rehacer su vida.

Hoy se ha convertido en zona de encuentro, con pubs cuyos nombres nos recuerdan a las ejecuciones que acaecían, y con unas estupendas vistas del castillo sobre el la oscura roca volcánica.

Casas de colores en Victoria Street
Casas de colores en Victoria Street

Casi inmediatamente a GrassMarket da inicio la curva de Victoria Street, una de nuestras calles preferidas. Armoniosa y sencillamente fotogénica, su sucesión de casas coloreadas, pubs y tiendas la convierten en una de las míticas postales de Edimburgo.

Cementerios de Edimburgo

Por si solos los cementerios de Edimburgo se han convertido en uno de los reclamos de la ciudad. En nuestra rutas por la ciudad nos fuimos encontrando diseminados. Los más conocidos y que no faltan en toda «Ruta de los fantasmas» son el Old Calton Burial Ground y el Cementerio de Greyfriars (Greyfriars Kirkyard), cada uno con sus leyendas, misterios y «niveles de lo paranormal», pero a veces es recomendable dedicar tiempo a los menos trotados como el Cementerio de Canongate, el de Dean (Dean Cemetery), el St. Cuthbert’s Church (“The Graveyard of St Cuthbert”)o el Cementerio de Warriston (“Warriston Cemetery”).

Tumba del perro Bobby en el cementerio de Greyfriars
Tumba del perro Bobby en el cementerio de Greyfriars

New Town

El contraste urbanístico entre el centro medieval de Edimburgo de la Old Town, sus callejones estrechos y su angosto espacio, tiene en la antagónica New Town un espacio que complementa la ciudad. Sólo domada cuando se desecó el lago insalubre de Nor´Loch, James Craig fue el arquitecto encargado de su diseño. Los nombres de las calles no son casuales y esconden una clara simbología con guiños a Escocia y a la Monarquía británica, en un intento de asentar la convivencia tras los tiempos de conflicto de las luchas jacobitas.

La New Town hay que patearla de día y de noche. Mientras hay luz las calles ordenadas y los espacios abiertos nos invitan a pasear disfrutando la vida de Princes Street (calle de los príncipes no confundir con Princess Street) y la peatonal Rose Street, que definen la esencia moderna de esta parte de Edimburgo. Los edificios de corte y arquitectura georgiana o neoclásica muestran el poderío de las clases sociales pudientes que huyeron de la Ciudad Vieja. Una de las más conocidas es la Georgian House en Charlotte Square.

Monumento a Walter Scott en la New Town de Edimburgo
Monumento a Walter Scott en la New Town de Edimburgo

El apogeo económico de la ciudad permitió no solo el crecimiento de la urbe, si no un enriquecimiento cultural que sirvió para que la denominasen la Atenas del Norte. De esta época son muchas de sus figuras literarias, pero también otros que brillaron en campos como las matemáticas, el arte pictórico o la invención de ingenios.

El gusto refinado se plasmó con la aparición de museos y galerías, como la Galería Nacional de Escocia en The Mound, que tiene como huéspedes a obras de genios como Boticelli,  Rubens o Rembrandt.

El inconfundible monumento Scott Monument se yergue junto al parque en Princes Street. El tiempo no ha sentado muy bien al homenaje póstumo al poeta, pero su tamaño lo convierte en uno de los faros y skyline de la ciudad. Se puede subir hasta lo alto a través de una escalera de caracol que parece cerrarse según asciende, siendo una de las mejores formas de ver la New Town desde lo alto.

Cuando llega la noche New Town parece que duerme, con calles tranquilas que cambian dramáticamente cuando abrimos la puerta de un pub o de un restaurante. A esta hora se viene a comer, beber y escuchar música. Nosotros nos dejamos llevar por los consejos y opiniones de la gente local, y así acabamos alguna de las noches cenando en Mussel Inn y tomando cervezas locales en pubs como The Antiquary Bar.

Música en directo en el Pub Antiquary
Música en directo en el Pub Antiquary

Otro restaurante recomendable en la New Town es The Standing Order, en George Street. Es uno de pubs más famosos donde también se puede comer. Los precios de este antiguo banco de la Union Bank of Scotland son económicos, además el encanto de sus inmensas salas donde antes se movía dinero a raudales es realmente evocador. Para los que busquen el dinero quizá puedan mirar en la caja fuerte que aún se conserva. Un punto a tener en cuenta es que a diferencia de otros pubs en The Standing Order la entrada a niños está permitida, pero solo durante el día, ya que para cenar no es posible.

Al este de la New Town está la colina Calton Hill, desde donde presenciamos uno de los atardeceres más increíbles, con el contraste de los tejados y siluetas de Edimburgo recortando el cielo. Pocas colinas pueden presumir como Calton Hill de ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las vistas son el aperitivo de un suculento recorrido por lo alto donde el Monumento Nacional de Escocia. Una recreación del Partenon inacabado por falta de presupuesto, la torre que honra al almirante Nelson, y el templo clásico que recuerda al filósofo escocés Dugald Stewart son un conjunto irrepetible.

Una de las mejores vistas de la ciudad desde Calton Hill
Una de las mejores vistas de la ciudad desde Calton Hill

Dean Village

Por momentos la aglomeración de gente nos hastiaba un poco así que decidimos investigar y desmarcarnos de las rutas clásicas para conocer algún lugar más tranquilo. Por ello nos dejamos llevar por el camino que desde el puente de Stockbridge sigue el curso del río Water of Leith que desemboca en el puerto. Nosotros tomamos la dirección opuesta, hasta llegar a Dean Village, que como un pueblo compacto ha permanecido dentro de una burbuja casi atemporal.

Dean Village
Dean Village

Antes de llegar nos paramos en el curioso templo de St Bernards Well. Nos es conocida la admiración en tierras de Escocia e Irlanda por el neoclasicismo arquitectónico del XVIII y XIX como con el templo que imita al Partenon en la colina de Calton Hill, o el Mussenden Temple en los acantilados de la Costa de Irlanda del Norte, pero no teníamos constancia de este pequeño secreto junto al río.

Templo de St Bernards Well
Templo de St Bernards Well

Le obra de Alexander Nasymth reproduce el modelo del Templo romano de Vesta en la ciudad italiana de Tívoli, en esta ocasión honrando a la diosa griega de la salud Hygeia (a la sazón la misma), con un pequeño edificio circular, en el lugar donde brotaban unas aguas consideradas sanadoras.

El tiempo para Edimburgo se acababa, tocaba comenzar el tour circular en coche por Escocia. Próxima etapa Saint Andrews, Stonehaven y el castillo de Dunnottar.

Información práctica para descubrir Edimburgo

Rutas guiadas

Las rutas guiadas son una buena opción si queremos empaparnos de los siglos de historia y leyendas de Edimburgo. Hay multitud de free tours y guías en español por la ciudad, pero nosotros te recomendamos estas.

Donde dormir – Hoteles en Edimburgo

Edimburgo es muy turística, más de lo que se puede imaginar, y por ello hay numerosos hoteles, apartamentos y otros alojamientos como Airbnb repartidos por toda la ciudad. Un buen consejo es reservar con tiempo, más si cabe si el viaje coincide con el Festival de la ciudad cuando es imposible encontrar una habitación o cama si no hemos sido previsores.



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Mapa puntos de interés en Edimburgo

En este mapa puedes encontrar algunos de los monumentos y lugares turísticos de Edimburgo, aunque hay muchos más que conocer, así que si quieres sugerirnos alguno será bienvenido.

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